Juncker comparece para aclarar el escándalo del régimen fiscal en Luxemburgo

Tras cinco días de silencio, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha comparecido hoy dos veces para aclarar el escándalo sobre el régimen fiscal en Luxemburgo. Primero, por sorpresa y sin previo aviso, en la sala de prensa; horas más tarde, en el Parlamento Europeo. En ellas ha querido aclarar que las empresas no han incurrido en ningún delito y niega cualquier conflicto de interés.

Jean Claude Juncker en rueda de prensa
Jean-Claude Juncker asegura que él no impulsó las rebajas fiscales en Luxemburgo/ Foto: CE

La lucha contra la evasión fiscal formará parte de su mandato, así lo ha afirmado Juncker hoy en Bruselas. Asimismo, ha recordado que la razón por la que se permitió el tax ruling, o acuerdos fiscales, es porque la legislación de Luxemburgo lo permitía. «Todo lo que se ha podido hacer se ajustaba a las normas legales nacionales e internacionales», ha asegurado. No obstante, ha anunciado que el Ejecutivo impulsará una directiva para que se aplique la armonización de regímenes fiscales y acabar con las diferencias entre países que se permiten estas prácticas. Así lo ha querido subrayar Juncker, incidiendo que Luxemburgo no es el único país en problemas. Hasta 22 Estados miembros permiten ciertas rebajas fiscales a determinados contribuyentes, sean empresas o a la Familia Real, como en el caso de Bélgica.

El escándalo estalló la semana pasada cuando las revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación a través de varios medios internacionales reveló que 340 grandes empresas como Ikea, Deutsche Bank, Amazon o Apple se beneficiaban de un régimen fiscal en el que sólo pagaron poco más de un simbólico 1% durante 2008 y 2010. Periodo en el que Juncker fue primer ministro, tarea que compatibilizó con la de ministro de Finanzas.

Sin embargo, Juncker ha insistido en que el Gran Ducado no incumplió la normativa y que la administración fiscal no rinde cuentas al ministro de Finanzas, según la ley del país. Asimismo, el luxemburgués ha asegurado que no dimitirá tal y como le han pedido varios medios internacionales y considera que no está «escurriendo el bulto», porque él mismo se considera «el responsable político» de lo ocurrido en el país. «No hay nada que indique que mi objetivo era organizar la evasión fiscal en Europa», ha asegurado.

Juncker considera que su pasado como primer ministro de Luxemburgo y Presidente del Eurogrupo etapa en la que pidió que se aplicaran medidas contra la evasión fiscal validan su lucha contra las malas prácticas. Parte de esas suplicas se recogieron en una directiva de 2011 de la Comisión Barroso que pretendía impulsar la armonización de bases fiscales en impuestos de sociedades, pero que 11 países lo bloquearon en el Consejo, por lo que no se ha podido aplicar. Juncker pretende impulsar una nueva legislación, y así se lo ha pedido al comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici. Juncker ha asegurado que durante su mandato como primer ministro nunca bloqueó la directiva.

La Comisión Europea tiene actualmente abierta una investigación contra Luxemburgo por ventajas fiscales a Fiat y a Amazon, aunque también hay otras en Malta, Irlanda y Chipre. Sobre estas pesquisas, se le ha preguntado a Juncker y ha asegurado que no interferirá en la investigación de la comisaria de Competencia, Margarethe Vestager, y que tampoco frenará nada, porque sería «indecente», por lo que no hay «conflicto de interés».