Según fuentes comunitarias, Juncker ha mostrado su 'preocupación' porque los países mayoritariamente han empezado a presentar sólo a hombres para ser comisarios. Alemania ya ha mostrado su deseo de que Günther Oettinger siga como comisario, Países Bajos, para el que suena el actual presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem y Jyrki Katainen para Finlandia, que substituye a Olli Rehn. También Karel de Gucht (Bélgica) y Maros Sefcovic (Eslovaquia), ambos elegidos eurodiputados, tienen la intención de volver a ser comisarios.
Pero, ¿y las mujeres? De momento sólo Irlanda tendría intención de nominar a la ahora eurodiputada del Partido Popular Europeo, Mairead McGuiness, según recoge la prensa del país. La cartera de Investigación, Innovación y Ciencia fue a parar en la última Comisión de Barroso a la irlandesa Máire Geoghegan-Quinn, una de las nueve mujeres elegidas de los entonces Veintisiete Estados.
Las preocupaciones de Juncker para que su posible futuro colegio de comisarios sea más paritario no son nuevas, también lo fueron para Barroso. Al empezar su segunda legislatura como presidente de la institución el portugués pidió que los Estados nominaran a más mujeres.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Igualdad de la Eurocámara, la española socialista Iratxe García, ha alertado del riesgo que existe de que en el próximo colegio de comisarios la presencia de mujeres sea «mínima», algo que «no va a consentir ni la comisión de Igualdad de la Eurocámara, ni la inmensa mayoría de las eurodiputadas y eurodiputados», ha señalado. En la pasada legislatura, el mismo organismo aprobó un informe instando a cada país a proponer a un hombre y a una mujer, para facilitar el equilibrio de género. La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Elena Valenciano considera «lamentable» que «cada cinco años, cuando toca conformar el colegio de comisarios, tengamos que plantarnos y recordar que la igualdad es un principio ineludible de la UE», ha manifestado.
La igualdad entre hombres y mujeres forma parte de los cimientos de la UE, ya en sus inicios, en 1957, el principio de paridad entre ambos sexos formó parte del Tratado de Roma. Sin embargo, en la práctica, el Ejecutivo ha tenido que regular para que fuera una realidad. Incluso algo que se debería considerar obvio, puesto que la UE reconoce en su Carta de Derechos Fundamentales la igualdad, no se produce en el mismo órgano que tiene la iniciativa legislativa.
De los seis Estados fundadores (Italia, Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo y Países Bajos) sólo han tenido una Comisaria desde 1957 y Bélgica ninguna en su historia. De los actuales países, únicamente Suecia que entró en 1995 sólo ha nombrado a mujeres, junto con Bulgaria, miembro desde 2007. En el caso de España, que forma parte de la UE desde 1986, sólo ha contado con representación femenina durante la legislatura de 2000-2004, que recayó en Loyola de Palacio.
El ejecutivo de Mariano Rajoy parece que no contempla nominar a una mujer, sino al ex ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete, quien fue fuertemente criticado por sus comentarios machistas durante la pasada campaña electoral al Parlamento Europeo, aunque tiempo después rectificó. Sin embargo, García ha avisado de que «lo va a tener muy difícil para pasar la audición en la Eurocámara».