«Nos entusiasmó a todos», han confesado los hermanos Coen, presidentes este año del jurado. Dheepan es el nombre de un inmigrante que trata de huir de la guerra civil de Sri Lanka. Trata de llegar a un barrio del extrarradio de una ciudad francesa, que bien podría ser París, con un pasaporte falso y haciendo pasar por su mujer y su hija a una mujer y a una niña. Una vez atravesada la frontera lucha por integrarse en un barrio donde ni siquiera conoce la lengua.
Audiard ha querido enfrentar dos universos, la guerra que el protagonista deja atrás, y la situación caótica que se encuentra a su llegada a la gran ciudad. Lo que comienza siendo un drama social se convierte en un thriller cuando el protagonista se ve envuelto en un turbio asunto de tráfico de drogas. «La gente me pregunta mucho por detalles de la dirección de actores, de la realización visual y de concepción cinematográfica para los que no suelo tener respuesta», explicó Audiard poco después de recibir la Palma de Oro.
«Me gustó la idea de que un hombre guerrillero y violento vaya cambiando a medida que le va demandando una mujer pacífica», ha reconocido el director, poco amigo de comentar el significado de sus filmes. «Espero que sirva para que alguien mire ahora de manera diferente a ese vendedor que le ofrece rosas mientras se toma un café sentado en cualquier ciudad europea», añadía tras recibir el premio.
Las favoritas pasan desapercibidas
Carol, un drama romántico ambientado en los años 50, ha sido una de las más aplaudidas por la crítica, que sin embargo ha pasado desapercibida en el palmarés final. La cinta de Todd Haynes ha tenido que conformarse con el premio a la mejor actriz para Rooney Mara, que además lo tenido que compartir con Emmanuelle Bercot, por Mon roi.
El Gran Premio del Jurado ha sido para Son of Saul. El húngaro László Nemes ha conquistado al jurado con una apuesta visual arriesgada. Su película cuenta las 36 horas que pasa un judío prisionero en Auschwitz en 1944 intentando enterrar el cuerpo de un niño. Nemes apuesta por los primeros planos del protagonista para reflejar la expresión de su rostro en cada momento, consiguiendo lo que la crítica ha definido como una sensación «hipnótica» para el espectador.
«Es mi primera película, no pensaba ganar nada», reconocía el director húngaro nada más recibir el premio. Aseguró sentirse satisfecho por la reacción que había conseguido provocar su filme en el público. «Quería contar algo tan inabarcable como los campos de concentración con la dimensión del ser humano y que los espectadores lo asimilaran», reconocía.
El Premio del Jurado ha sido para el griego Giorgos Lanthimos, por The Lobster, su primera película en inglés. Además The assassin, del taiwanes Hou Hsiao-Hsien, se ha hecho con el galardón al mejor director, y el mexicano Michel Franco ha recibido el premio al mejor guión por Chronic. El jurado también ha reconocido el trabajo de Vincent Lindon, premiado como mejor actor por su trabajo en La loi du marché.