El Ministerio de Sanidad español ha resaltado que esa decisión «es un paso muy importante para devolver cuanto antes la normalidad hortofrutícola al agro español». El Ejecutivo se reserva el derecho a emprender acciones legales contra las autoridades de Hamburgo que atribuyeron a los pepinos españoles, en el primer momento y sin pruebas, el origen de la infección. Finalmente todos los análisis que se han hecho tanto en Alemania como en España descartan a los pepinos procedentes de Almería.
El comisario de sanidad, John Dalli, ha hecho un llamamiento a los «Estados miembros y, en particular, a Alemania, para que intensifiquen sus esfuerzos para identificar la posible fuente de contaminación»" que no solo se desconoce sino que el número de enfermos está aumentando.
El vicepresidente del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba ha afirmado que «Es evidente que hay algún elemento patógeno en Hamburgo, porque todos los casos se han dado allí o en gente que ha estado en la ciudad, por lo que parece que el problema está allí»
Los fallecimientos son ya 17 y más de 1.500 personas en nueve países se han infectado. La ministra de agricultura alemana, Ilse Aigner, reconoce que la mayoría se ha enfermado por comer pepinos, tomates y lechuga.
Los casos en Alemania han sido 470 y 16 muertes; en Suecia 15 enfermos, una muerte; Dinamarca, siete casos; Países Bajos, tres casos; Reino Unido, dos casos; España, un caso.
Los expertos afirman que la infección no tiene precedentes. Normalmente la E. coli, que se encuentra en el sistema digestivo de las vacas, los seres humanos y otros mamíferos no es tan virulenta como esta cepa O104, culpable del síndrome urémico hemolítico que afecta sobre todo a las mujeres, algo que tampoco se explican los científicos.