El acto inaugural ha tenido lugar en Montesquieu-des-Albères, en la frontera francesa, y en Castillo de Perelada, en la frontera española. Han asistido el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, y Manuel Valls, primer ministro francés junto al comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.
Esta línea eléctrica, constituye un proyecto de interés común europeo, y duplica la capacidad de interconexión eléctrica existente entre Francia y España —que pasa de 1 400 a 2 800 megavatios— y contribuye a la conexión del sistema energético de la Península Ibérica con otros mercados europeos de la energía.
Las interconexiones de la energía revisten capital importancia en la construcción de la Unión energética y la política climática que ha diseñado la Comisión Europea y que figura dentro de las prioridades de la nueva comisión Juncker.
La estrategia de la Unión por la Energía tiene por objeto conectar los mercados europeos de la energía, el próximo 25 de febrero la Comisión presentará una comunicación sobre la forma de alcanzar de aquí a 2020 un nivel de interconexión eléctrica de al menos un 10 % en todos los Estados miembros. El mismo día 25 se presentará asociada a esa comunicación la llamada Estrategia de la Unión de la Energía.
Además, el Presidente Juncker, junto con los de España, Francia y Portugal, dará un impulso decisivo a este proceso con motivo de la cumbre sobre energía que celebrarán en Madrid el próximo 4 de marzo.
El Comisario Miguel Arias Cañete ha señalado la importancia del proyecto que ha costado «tantos años de trabajo» y que brindará a los consumidores mayores posibilidades para elegir precios más bajos de la energía.
En el Consejo Europeo de octubre de 2014 se hizo un llamamiento a todos los Estados miembros para que, antes de que concluya el año 2020, se haya interconectado por lo menos el 10 % de sus capacidades de producción eléctrica instalada.
Eso exigirá que cada uno de los Estados miembros instale de aquí a ese año cables eléctricos que permitan transportar a través de sus fronteras y con destino a los países vecinos al menos el 10 % de la electricidad que produzcan sus centrales eléctricas.
Hasta ahora, la capacidad de interconexión eléctrica entre Francia y España cubría únicamente el 3% de los niveles máximos de demanda de la Península Ibérica. El bajísimo nivel de capacidad de interconexión ha sido un grave obstáculo para la creación de un mercado regional de la electricidad en el sudoeste de Europa y ha impedido a las compañías eléctricas de la Península Ibérica participar en el mercado interior de la electricidad de la UE.
La línea Santa Llogaia-Baixás
La línea eléctrica inaugurada este viernes une los municipios de Baixàs, en el Rosellón francés y de Santa Llogaia, en el Alto Ampurdán (España). Con una longitud de 64,5 km, de los cuales 33,5 discurren por Francia y 31 por España, la línea cruza los Pirineos por el macizo de Albera. Para este tramo se ha construido un túnel de 8,5 km, y el resto de la línea se ubica en zanjas subterráneas.
El proyecto ha costado en total 700 millones de euros, de los cuales 255 han sido cubiertos por la UE en el marco del Programa Energético Europeo para la Recuperación, que se han dedicado a la realización de los estudios técnicos pertinentes, al suministro del material, a las obras de construcción necesarias para el tendido de los cables y a la construcción de la estación de conversión y del túnel.