El 12 de noviembre de 2014 se ha producido un hecho histórico:un aparato ha conseguido posarse en un cometa.El módulo Philae ya está en la superficie del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko. El aterrizaje ha sido a las 17:03. A partir de ahora transmitirá datos a los que la humanidad nunca había tenido acceso. Los responsables de la Agencia Espacial Europea investigan el lugar concreto del aterrizaje y analizan las primeras imágenes. Es una fase más de la misión Rosetta, iniciada en 2004.
Philae tomará fotos en primer plano de la superficie del cometa, analizará sus gases y su estructura interna. También lo acompañará en su travesía de aproximación al Sol y documentará sus transformaciones. En ese momento, calculado para finales de 2015, se desintegrará.
Los cometas son los objetos más primitivos del Sistema Solar. Los astrónomos piensan que son una «caja negra» con los registros de los procesos físicos y químicos que ocurrieron hace 4.600 millones de años, cuando se estaban formando los planetas. Uno de los «padres» de la misión Rosetta, Roger-Maurice Bonnet, ha comparado el proceso con «Cristóbal Colón llegando a América».
Después de un viaje que ha durado una década, Rosetta se ha convertido en la primera nave espacial que ha llegado hasta un cometa, abriendo así un nuevo capítulo en la exploración del Sistema Solar. El cometa y Rosetta se encuentran a 405 millones de kilómetros de la Tierra a mitad de camino de las órbitas de Júpiter y Marte, avanzando a casi 55.000 kilómetros por hora hacia el Sistema Solar profundo.
La nave Rosetta fue lanzada en 2004 con un cohete Arianne desde Kourou, Guayana Francesa. La misión es esencialmente europea, pero tiene una contribución menor, aunque importante, de la NASA. Su nombre proviene de la famosa Piedra de Rosetta, que fue fundamental para descifrar la antigua escritura jeroglífica egipcia en el siglo XIX. De la Rosetta moderna se espera que ayude a descifrar algunas de las incógnitas que guardan los cometas.
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko fue descubierto en 1969 por dos investigadores de la Universidad de Kiev, Ucrania. El 67P (como se conoce al cometa en su forma abreviada) se mueve alrededor del Sol, entre la Tierra y Júpiter, con un periodo relativamente corto de seis años y medio, y pertenece a los llamados cometas jovianos. Tiene un diámetro de unos cuatro kilómetros y una forma parecida a la de un carambolo, o fruta estrella, como muestran las observaciones del Telescopio Espacial Hubble.
El viaje hacia el cometa no ha sido directo. Tras su lanzamiento en 2004, Rosetta sobrevoló tres veces la Tierra, y una Marte para ajustar su rumbo con la ayuda de la gravedad de estos planetas. También ha visitado los asteroides Steins y Lutetia, de los que ha obtenido imágenes y datos científicos sin precedentes.
«Después de diez años hacia nuestro destino, haber dado cinco vueltas al Sol y hechos 6.400 millones de kilometros, estamos encantados de anunciar finalmente «hemos llegado'», ha dicho Jean-Jacques Dordain, director general de la ESA.
«La nave europea Rosetta es la primera nave espacial de la historia en llegar a un cometa, un hito importante en la exploración de nuestros orígenes. Ahora es el momento de los descubrimientos». «El logro de hoy es el resultado de un enorme esfuerzo internacional que abarca varias décadas», ha dicho por su parte, Álvaro Giménez, Director de Ciencia de la ESA y Exploración Robótica. «Hemos recorrido un largo camino desde que discutimos por primera vez el concepto de la misión a finales de los 70 y que se aprobara en 1993. Ahora estamos listos para abrir el cofre del tesoro de los descubrimientos científicos que hará que se reescriban los libros de texto sobre los cometas».