Guerra a la especulación en los precios de los alimentos

La Comisión Europea toma medidas contra la especulación. La crisis económica ha provocado una bajada en los precios de muchas materias primas que no se nota en la bolsa de la compra.

A partir de ahora se podrá consultar en Internet el «Observatorio europeo de precios de los alimentos» en el que se podrá hacer un seguimiento de productos problemáticos como la la leche o la carne de cerdo. Bruselas, propone a los diferentes Estados que desarrollen algo parecido para que los ciudadanos puedan encontrar con ayuda de Internet los alimentos más baratos y se pueda frenar la especulación.

diversos productos agrícolas
Foto:CE

Los ciudadanos podrán hacer en la Red un seguimiento de la evolución de los precios de los alimentos. Esta iniciativa forma parte de un conjunto de propuestas que ha presentado la CE para intentar corregir los abusos en los márgenes de los precios en el recorrido desde el origen al consumidor.

En Internet hay ya una primera versión del observatorio. La idea es que en el verano de 2010 la información cubra un amplio número de alimentos y los precios en las diferentes fases de la cadena de producción.

El seguimiento se hará de dos formas, uno para comparar los precios que paga el ciudadano por ciertos alimentos en los diferentes países de la UE y así conocer la diferencia en la cesta de la compra.

El otro pretende registrar la evolución de un mismo producto dentro del mismo país. Desde el origen como materia prima hasta el punto de venta. Esto se hará solamente con algunos alimentos, entre los que se incluyen la leche, el queso o la carne de cerdo.

Desde mediados de 2008, los precios de los productos agrícolas han bajado considerablemente, hasta el punto de que los ganaderos difícilmente han podido continuar con sus negocios. Sin embargo en el supermercado los precios de la leche se han mantenido igual que antes de la crisis económica.

Además el precio de un mismo producto varía mucho de un país a otro. Según la Comisión Europea se debe a la diferencia de ingresos en los hogares, a los impuesto de valor añadido o a las preferencias a la hora de la comida. Por ejemplo, el precio del agua mineral puede variar hasta en un 70%, la barra de pan 58% o los huevos un 48%. euroXpress