En una carta dirigida a la presidencia danesa de la UE, los ministros de Interior de Francia, Claude Guéant, y de Alemania, Hans Peter Friedrich, piden que los Estados puedan decidir el restablecimiento de controles fronterizos y que la decisión quede en manos de los gobiernos y no de la Comisión Europea, cuestión que consideran «un punto no negociable» porque, según sus argumentos, es un tema de orden público que afecta a la soberanía nacional.
Su propuesta pasa por que Bruselas se encargue de dar la alarma ante un posible flujo de inmigrantes irregulares y de coordinar medidas de apoyo al país afectado. Pero si esas medidas no resuelven las dificultades que pudieran presentarse «o el funcionamiento del espacio Schengen se ve comprometido», los países tendrían en su mano la posibilidad de restablecer los controles de sus fronteras durante un periodo no superior a 30 días. Pasado ese tiempo, la Comisión Europea haría una recomendación sobre la continuidad o no de los controles, aunque la decisión final correspondería al Consejo, es decir, a los gobiernos de los 27.
Este «eje francoalemán» dice querer preservar el equilibrio institucional y la eficacia del proceso de decisión en el plano europeo, pero insisten que ahora disponen de pocas opciones cuando las reglas de Schengen no se respetan.
En la misma línea, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, ha afirmado que el tratado de Schengen no se ha aplicado de manera satisfactoria y ha pedido un control efectivo de las fronteras exteriores de la UE. El asunto ha sido uno de los temas de bandera del presidente Nicolas Sarkozy en su campaña para la relección, hasta llegar a decir, que sacaría a Francia del espacio Schengen si no se controlan mejor las entradas de la UE.
La Comisión Europea presentó el pasado otoño una propuesta de reforma del tratado de Schengen, por la que la decisión de cerrar o no fronteras entre un país y el resto del territorio comunitario, en casos extraordinarios, correspondería conjuntamente a los Estados miembros pero no podría ser una medida unilateral del país afectado.
Precisamente, este jueves se ha sabido que España suspenderá el tratado de Schengen durante la reunión del Banco Central Europeo que se celebrará en Barcelona el 3 de mayo, de modo que los controles fronterizos con Francia por Cataluña y el País Vasco serán restablecidos.