La Comisión Europea ha pedido información a las autoridades francesas sobre el levantamiento de varios campamentos de gitanos en Francia, para asegurarse de que se ha cumplido con los requisitos establecidos en la directiva europea que garantiza la libre circulación de ciudadanos comunitarios.
«Hemos leído por la prensa el desmantelamiento de los campos y, al ser los ciudadanos de origen comunitario (Rumanía), queremos conocer bien los hechos y que todo está en orden», ha explicado la portavoz europea de Justicia, Mina Andreeva.
Francia modificó el año pasado su legislación sobre el retorno forzoso de ciudadanos comunitarios, después de que en 2010 la Comisión amonestase al Gobierno galo por la expulsión de romaníes de su territorio sin atenerse a la legislación europea. Para expulsar a un ciudadano comunitario de otro país de la UE es necesario que existan ciertas condiciones, como que el procedimiento no sea hacia un colectivo, sino «caso por caso», y que se demuestre que la persona no tiene recursos para mantenerse en el país.
Las autoridades francesas han desmantelado en las últimas 48 horas varios campamentos en barriadas cercanas a Lille, Lyon y París. A cambio de regresar a Rumanía, los adultos reciben 300 euros y los niños 150