En una entrevista televisada por el canal TF1, el presidente francés, François Hollande, apoyó el plan de destrucción de armas químicas en Siria alcanzado entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
A pesar de haber recibido la noticia con optimismo, el presidente galo avisa de que este acuerdo «no es el punto de llegada», y que por lo tanto se mantiene la posibilidad de una intervención militar en Siria si el gobierno no cumple con lo pactado, ya que «si no», dijo, «no habrá presión».
El pacto alcanzado supone el envío de inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) a Siria en el plazo de dos meses (antes de noviembre), quienes determinarán el tamaño de los arsenales químicos del país, y la total destrucción de dicho arsenal antes de un año.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha presentado hoy el informe de la misión de investigadores de la ONU sobre el presunto ataque químico llevado a cabo por el Ejército sirio el pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco, tras haberlo recibido este domingo. Se prevé que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna a puerta cerrada a lo largo de esta semana para intentar esclarecer las circunstancias y detalles de dicho ataque.
Hollande y su jefe de la Diplomacia, Laurent Fabius, han recibido también esta mañana al secretario de Estado norteamericano, John Kerry y al ministro de Exteriores británico, William Hague, para tratar de lograr una «resolución fuerte y contundente» sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU que se reunirá esta semana. Fabius había insistido en que el acuerdo «no lo resuelve todo por sí solo y aún quedan muchos detalles por resolver».
La alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Catherine Ashton, ha anunciado a su vez que la UE está dispuesta a «ofrecer ayuda a la OPAQ en el desarrollo de sus importantes tareas», ya que varios de los estados miembros «tienen el conocimiento técnico para ayudar a la localización, desmantelado y destrucción de determinados agentes químicos».
Los expertos dudan de la efectividad del pacto
El acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Rusia el sábado en Ginebra para destruir las armas químicas sirias no ha convencido a los expertos consultados, que ven los plazos demasiado ajustados y poco realistas.
«Destruir el arsenal químico antes de noviembre de 2014, teniendo en cuenta la guerra civil, no me lo creo», explica Olivier Lepick, especialista de la Fundación para la Investigación Estratégica con sede en París. «Parece perfectamente irreal. En una situación de paz, son necesarios varios años. Siria no tendrá infraestructuras para destruir sus armas químicas. Habrá que construir una fábrica, sin duda serán necesarios varios cientos de millones de dólares», añade.
El propio Lepick recuerda que EE.UU. y Rusia aún no han terminado de destruir su propio arsenal, aunque llevan invertidos millones de dólares desde mediados de los 90 para tal propósito. Si bien los arsenales de estos dos países son bastante más grandes que los de Siria (30 y 40.000 toneladas, respectivamente, frente a las 1.000 que se supone que alberga Siria), los expertos se muestran escépticos ante la consecución de estos objetivos.
El principal problema, según David Kay, ex-responsable de inspección de armas en Irak en el momento de la invasión estadounidense de 2003, es la creación por parte de la OPAQ de un equipo de inspectores expertos y competentes, ya que «hay que encontrar a personas que entiendan la fabricación de armas químicas y el desarme. Francamente, teniendo en cuenta mi experiencia en Irak, algunas personas no van a querer ir a una zona de combates», añadió en CNN.
Siria recibe con satisfacción el acuerdo
Por su parte, el régimen de Bachar Al Assad ha expresado su satisfacción acerca del pacto de desarme químico, y estima que «ha evitado una guerra contra Siria al negarle un pretexto a quienes querían desatarla», en palabras de su ministro de Reconciliación Nacional, Ali Haidar.
Siria se ha comprometido a presentar un listado completo de su arsenal químico en el plazo de una semana, para que sean identificadas y destruidas estas armas a mediados de 2014, pero la guerra civil continúa. A pesar de todos estos movimientos políticos, sobre el terreno la ofensiva contra zonas rebeldes a las afueras de Damasco que comenzó cuando Obama suspendió la intervención militar fue retomada ayer.