Hablamos con João Fernandes, subdirector del museo Reina Sofía de Madrid
João Fernandes nació en Bragança (Portugal). Se licenció en Filología Románica, pero el azar le llevó a organizar actividades artísticas dentro de Portugal y a representar a su país en el exterior, como la 1ª Bienal de Arte de Johannesburgo (1995), la 24ª Bienal de Arte de São Paulo (1998), o la 50ª Bienal de Venecia. Ha sido director del Museo Serralves de Oporto durante años, y en Octubre de 2012 es nombrado Subdirector del Museo Reina Sofía de Madrid, Institución para la que había trabajado en varias ocasiones; en 2011 por ejemplo comisarió, junto a Manuel Borja-Villel, y François Piron, la exposición «Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel».
euroXpress.- Dejó la Filología por el Arte
João Fernandes– Las humanidades son un ejercicio de curiosidad por la cultura, por el mundo, por la relación entre la condición humana y la creación en el mundo
eXp- Colabora con varias universidades en Portugal, España y otros países ¿la enseñanza de las artes en Europa está bien o tiene que mejorar?
JF- Hay mucho que hacer en Europa en este terreno. Los currículos universitarios son aún poco flexibles; tampoco permiten frecuentar disciplinas artísticas a estudiantes de cualquier otra área de conocimiento. Es muy frecuente en algunas universidades norteamericanas hacer algunos créditos en disciplinas de historia del arte o estética, esto no ocurre en las europeas; donde además hay muy poco espacio para la creación artística contemporánea, mientras que una universidad norteamericana sí ofrece a sus estudiantes el acercamiento a galerías o colecciones de arte. Hay mucho que hacer para que las universidades europeas estén a la altura de los artistas europeos contemporáneos. También hay muchas diferencias en la financiación de unas y otras universidades.
eXp- Cómo se va gestando su relación con España, ¿desde joven hasta que finalmente vive y trabaja aquí?
JF- Era como una ventana abierta al mundo, en Portugal estamos en un extremo y la relación con Europa se hace a través de España. Además, los dos países han salido de un aislamiento compartido en el siglo XX, al vivir bajo dictaduras hasta los 70. Compartiendo después la liberación cultural, de costumbres, discursos, acontecimientos, formas de pensar. Recuerdo que cuando se abrió el Reina Sofía vine a exposiciones significativas que no llegaban a Portugal, o antes cuando vi El Guernica por primera vez. España ha sido parte de mi formación.
eXp.- ¿Artísticamente qué lugar ocupan nuestros países en Europa, sería posible una mayor colaboración?
JF- Son países muy ricos artísticamente a lo largo de la historia pero han estado en la periferia artística, sobre todo en el pasado siglo XX, que les ha restado visibilidad y ha provocado cierto olvido. Eso no ha quitado valor artístico pero sí ha impedido el crecimiento de instituciones. Sólo en los años 80 empiezan a aparecer en España y Portugal centros para trabajar con el arte del siglo XX. Y es fundamental la cooperación, nuestros contextos artísticos no son plenamente conocidos, hay algunos artistas que sí pero muchos otros no. Mientras tanto ha habido una gran creación y colaboración entre los países del centro de Europa en el siglo XX. Hoy tenemos una Europa más amplia y más rica en sus posibilidades y tenemos que aprovecharla bien.
eXp.- Históricamente España y Portugal han pasado por muchos encuentros y desencuentros, ¿hubiera cambiado algo del pasado o tiene alguna idea de futuro común? Qué opina de «la balsa de piedra» de José Saramago, que nos une tanto, al mismo tiempo que nos desgaja de Europa
JF- Saramago vivió en una época en la que la península era de verdad una balsa, que no viajaba, y su sueño era liberarla, incluso de Europa. Mi generación ha asistido precisamente a la liberación de esa balsa, desde el fin de las dictaduras estamos viajando muchísimo y somos también como un puerto de mar donde se cruzan muchos tipos de gente.
eXp.- ¿Por qué se sigue aprendiendo más español en Portugal que portugués en España?
JF- Por mi formación lingüística, diría que es mucho más fácil para un portugués comprender el español que viceversa. El sistema vocálico portugués tiene 14 vocales frente a las 5 españolas y eso hace que su oído pueda adaptarse mucho mejor a un concierto menor, es más fácil dominarlo.
eXp.- la pasada edición de ARCO hubo críticas al IVA que se paga en España por la compra de obras de arte, ¿sería necesario un IVA artístico común a toda Europa, un mayor acercamiento artístico en general?
JF- Sí, sí. En Portugal es incluso mayor, el 23%.Y además hay mucho que hacer para dar a conocer los distintos centros artísticos de los diferentes países, poner en contacto a artistas y programadores, hacer viajar a la gente. Lo más importante que se está haciendo en Europa ahora mismo quizá sean los programas Erasmus, que los jóvenes viajen. Y más allá de Internet, porque eso no sustituye la experiencia de una visita real.
eXp.- En la última edición de ARCO dirigió el III Encuentro de Museos de Europa e Iberoamérica, ¿hubo conclusiones o propuestas en común, fue más un intercambio de experiencias?
JF- Fue un intercambio importante de experiencias, confrontación de ideas, maneras de hacer y de desarrollar proyectos en común. El Reina Sofía no quiere ser un centro aislado, nuestra colección sólo tienen sentido en relación con otras colecciones.
eXp.- En febrero, el Instituto de Arte Contemporáneo organizó en el Reina Sofía una gala de premios al mundo del arte, pretendía emular a los Goya del cine pero tuvo muchas críticas y el presidente del Instituto dimitió. ¿Se puede dar visibilidad al arte a través de unos Premios?
JF- Creo que los premios no son la mejor manera de dar visibilidad a lo que importa. Por ejemplo, cuando miras los Oscar, no se puede creer que de verdad estas películas sean las mejores, porque no lo son. Los Oscar forman parte de una industria, la cinematográfica. El arte se está industrializando pero aún no es una industria del espectáculo. Yo creo que hay una gran diferencia y que el trabajo que hacemos en los museos con los artistas no está dentro de esa industrialización aunque esta está cada vez más en el arte, pero el cine siempre ha sido una industria, el arte sólo hoy está entrando en una época de industrialización. Además nosotros trabajamos con artistas que son muy críticos con este mundo de la industria, el espectáculo y el entretenimiento. El arte es una confrontación de la naturaleza humana con la sociedad, no es un entretenimiento, puede serlo pero lo fundamental es que nos haga pensar y hasta cambiar. La ceremonia se hizo con las mejores intenciones del mundo pero a veces tenemos que desconfiar también de las buenas intenciones
eXp- Estos días leía unas declaraciones suyas a la prensa en las que hablaba del negocio del arte, la compra venta cada vez es más importante, incluso en los lugares en los que no lo era antes: Bienales por ejemplo, ¿ante ello lo mejor siguen siendo los museos y los propios artistas?
JF- Siempre ha habido negocio del arte. Hoy puede estar más globalizado, dominando más los discursos; los periódicos, las revistas, hablan de arte sobre todo por los precios, sabemos que hoy el arte es un valor económico de especulación para grandes fortunas. Pero en ese caso no estamos hablando de arte, nosotros queremos acercar a los artistas, presentar y compartir sus obras con toda la comunidad, muy diferente a ese mundo del negocio que existe y que incluso empieza a crear problemas a los propios museos porque no pueden participar de ese juego loco de los precios
eXp- ¿ En Madrid echa algo en falta respecto a su país?
JF- Lo único que siento que me falta es el mar, desde los siete años viví cerca de él, pero por lo demás, estoy descubriendo tanto en Madrid, de forma permanente y cotidiana; estoy enamorado de esta ciudad, es increíble, tiene una gran vida popular en el corazón de la ciudad, lo cual cada vez ocurre menos con la desertización de las capitales contemporáneas. Además de trabajar en un Museo fantástico, por él mismo y por su equipo de personas.
eXp.- Su Subdirección del Reina Sofía abarca tres áreas especialmente: Conservación, Investigación y Difusión, ¿esta última es de las más difíciles?
JF- Es verdad que un museo que realiza tantas actividades tiene también que saber difundirlas, en los medios por supuesto, pero también es importante que lo que se hace pueda compartirse con la gente que quiera conocerlo, es decir es importante que la gente sepa que tiene la posibilidad de ver y de vivir lo que ofrecemos las instituciones culturales, que tiene además la obligación de hacer público lo que hace y sus puntos de vista, tiene la necesidad de explicarse, no sólo explicar el arte. Es verdad que nos encantaría tener mucho más presupuesto que nos permitiera ir más allá de lo que llegamos, porque hay limitaciones, claro. Divulgar un producto comercial es muy fácil, siempre hay mucho dinero para hacerlo, pero el arte, un concierto, teatro, etc., es mucho más difícil. Creo que tenemos que crear otras redes, los ciudadanos tienen ya otros sistemas de información