Europa oriental y Asia central tienen pocos fondos para luchar contra el VIH/sida

Organizaciones de la sociedad civil de Europa oriental y Asia central alertan sobre la «tragedia» que podría vivir la región con el recorte de fondos internacionales para los programas de lucha contra el VIH/sida y la tuberculosis. Esta es la única parte del mundo donde se expande la epidemia de VIH, causante del sida, y la más afectada por la propagación de la tuberculosis resistente.

Un muro con pintadas
Detrás de este muro hay un refugio de Unicef donde se da comida , alojamiento, se enseña a leer y a escribir e informa sobre el VIH/sida a niñas y niños de la calle en Odessa, Ucrania/ Foto: UNICEF/ G. Pirozzi

Durante años, los programas para revertir la situación en muchos países tenían una fuerte, o hasta exclusiva, dependencia de los recursos del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

Pero este año, el Fondo Mundial se basa en un nuevo modelo de financiación sujeto a la renta nacional, según el cual ya se han recortado los fondos en muchos países de la región o se hará pronto. Los más afectados, al parecer, serán los servicios esenciales contra el VIH/sida y la tuberculosis, con los riesgos que esto implica.

«Esto podría derivar en una tragedia porque los gobiernos todavía no están preparados para asumir la responsabilidad de hacer frente a la epidemia de VIH/sida», alerta Viktoria Lintsova, de la Red Euroasiática de Personas que Usan Drogas (Enpud, en inglés). «Me gustaría que las autoridades comprendieran que no se trata solo de estadísticas epidemiológicas, sino de que hay vidas en riesgo, así como la salud».

Les preocupa los recursos para el tratamiento de los pacientes, pero también los servicios de prevención en las comunidades en riesgo y marginadas. El uso de drogas inyectables es el principal factor de la epidemia de VIH/sida, aunque también se propaga cada vez más entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadoras sexuales, que son sectores muy marginados por políticas y actitudes sociales hacia las mujeres y los homosexuales.

La tuberculosis, un grave problema de salud en la región, está estrechamente relacionada con la epidemia de VIH/sida porque la tasa de reinfecciones suele ser alta. Los servicios de prevención y de reducción de daño para comunidades marginadas están a cargo de organizaciones de la sociedad civil, que prácticamente dependen exclusivamente de los fondos internacionales.

Sveta McGill, responsable de salud de la organización Results UK, nos dice que el retiro del Fondo Mundial podría hacer desaparecer a muchas personas enfermas del radar del sistema de salud.«No suelen sentirse cómodos yendo a las instituciones médicas estatales, y cerrar esos centros significaría que menos personas serían derivadas a las instituciones médicas», explica.

Los críticos señalan que el aumento en las infecciones de VIH/sida en Rumanía en los últimos años es una señal de lo que podría pasar en otros países de la región.

El Fondo Mundial cortó los fondos a ese país en 2010. Según los datos oficiales, desde entonces ha habido un pronunciado aumento de las infecciones de VIH entre consumidores de droga. En 2013, alrededor del 30 por ciento de las nuevas infecciones se relacionaban con consumidores de drogas inyectables, muy por encima del tres por ciento registrado tres años antes.

En el marco del Nuevo Modelo de Financiación del Fondo Mundial, el mayor desafío es la disminución de fondos para los países de medianos ingresos.

Muchos países de Europa oriental y Asia central ahora se consideran de medianos ingresos.

Los críticos sostienen que si bien el objetivo de la organización de priorizar el uso finito de recursos es comprensible, el indicador de la renta nacional no siempre refleja de forma adecuada la capacidad de las personas de acceder a los servicios de salud ni si el país tiene los fondos necesarios para ofrecer una respuesta adecuada a las enfermedades.

También consideran ingenua la idea de que como el Fondo Mundial quiere, los gobiernos automáticamente cubrirán la falta de fondos dejada por los recortes económicos de la institución.

El Fondo Mundial disminuirá su contribución a la lucha contra el VIH en Ucrania en más del 50 por ciento, entre 2014 y 2015, según un informe de la Open Society Foundations. Esto incluye reducciones del 37 por ciento entre consumidores de drogas, 24 por ciento entre trabajadoras sexuales y 50 por ciento entre hombres que tienen sexo con hombres.

Además, el presupuesto nacional para la prevención del VIH/sida se recortó en un 71 por ciento en 2014 por el conflicto que vive el país.

Además, una mayor participación del gobierno en la adquisición de fármacos podría llevar a que las autoridades trataran de ahorrar dinero comprando grandes cantidades de medicamentos más baratos y de peor calidad contra la tuberculosis. Hay que tener en cuenta que la legislación local hace que las licitaciones sean más largas y difíciles. De hecho, algunos especialistas anticipan que podrían faltar medicamentos esenciales.

No queda claro cómo los gobiernos lidiarán con la reducción de recursos del Fondo Mundial. La transición, aunque ampliamente anunciada, no está exenta de problemas. Muchos, incluso, no saben cuándo se retirará efectivamente el Fondo Mundial porque no hay un cronograma claro. Además, los países tienen problemas propios. En Ucrania, en particular, los fondos contra la tuberculosis sufrieron el impacto del conflicto militar, de una atribulada economía y de la fluctuación de la moneda.

Estos temores crecientes han hecho que 24 destacadas organizaciones de la región enviaran una carta al al Fondo Mundial a finales del mes pasado expresando su «seria preocupación» por la asignación de fondos en la región y llamándole a trabajar juntos con las instituciones locales y las comunidades afectadas.

Específicamente, le pidieron analizar cada país de forma individual, en vez de adoptar «un modelo único para todos».

El Fondo Mundial no ha atendido a las peticiones de información que le hemos dirigido.