En una conferencia en Atenas sobre la importancia de la industria extractiva para el crecimiento económico de la UE, se ha discutido sobre la extracción de minerales y como puede suponer la creación de riqueza para muchas regiones europeas, y para la industria transformadora europea. La creciente demanda de materias primas y el potencial minero de los fondos marinos pueden garantizar la seguridad del suministro en Europa. Una explotación, que según la comisaria griega, ha de mantener un crecimiento sostenible y responsable.
«Las materias primas son fundamentales para la economía, el crecimiento y el empleo en Europa. Son esenciales para mantener y mejorar nuestra calidad de vida», ha dicho la comisaria, que ha añadido que el acceso confiable y sostenible a las materias primas se ha convertido en una preocupación creciente en las economías de países como la UE, EE.UU. y Japón. Ha reconocido que hay incertidumbres sobre este tipo de industria principalmente por la gran volatilidad de los precios y las restricciones a la exportación de materias primas clave como las tierras raras. En 2008 la CE puso en marcha la «Iniciativa de las materia primas» (RMI), que mantiene unos principios estratégicos sobre la política de materias primas no energéticas.
En respuesta, la Comisión Europea puso en marcha la «Iniciativa de las materias primas» (RMI) en 2008, que se parece estratégicamente en todos los aspectos de la no política energética materias primas. La comisaria ha recordado que hace unos días se presentó un listado con los nombres de los minerales considerados «vitales» para la economía europea. En total son 54 materias. Alrededor del 90% de la oferta mundial proviene de fuentes no pertenecientes a la UE, incluyendo la mayoría de los metales. China es el principal demandantes de metales, mientras que Rusia y Sudáfrica proporcionan los metales del grupo del platino. En el caso de las materias primas «críticos», la dependencia de fuentes no pertenecientes a la UE es aún mayor. Es por ello que uno de los tres pilares de la Iniciativa de las materias primas es «fomentar un suministro sostenible dentro de la UE». Europa debería tomar en serio la necesidad de desarrollar fuentes autóctonas de suministro.
Grecia es el mayor productor de bauxita de la UE y tiene la capacidad para refinarlo en alúmina y aluminio. El país heleno es también un importante productor de magnesita -una materia prima fundamental- con una producción de unas 350.000 toneladas en 2012, también de galio, otra materia prima fundamental. Grecia, ha dicho Damanaki, está a la vanguardia, con un potencial geológico de galio estimada en 12.000 toneladas. Lo mismo ocurre con otras materias primas clave como la bentonita, zinc y perlita de los que Grecia es un importante proveedor interno de la UE. Pero aún así creemos que la materia prima potencial de Grecia está en gran parte sin explotar.
En su discurso sobre el potencial de la industria extractiva en el crecimiento económico de la UE, no ha obviado el compromiso de la Comisión para establecer un marco comprensible de buenas prácticas políticas y jurídicas, para lo que se ha creado un grupo de expertos con representantes de los Estados miembros, otros países del Espacio Económico y países candidatos, así como de organizaciones representativas de la industria, la Asociación para la Innovación Europea sobre las materias primas y otros para impulsar estas ideas.
El fondo del mar es potencialmente la próxima frontera para el suministro de materias primas a la UE. La Comisión está estudiando los mares y océanos como controladores para el futuro crecimiento sostenible y la creación de empleo. «Cuando lanzamos nuestra estrategia de crecimiento azul en 2012, uno de los cinco sectores con una gran promesa en términos de crecimiento y empleo, era la explotación minera».
La cantidad de minerales que encontramos en el fondo del mar es enorme. La tecnología submarina está haciendo posible recuperar estos minerales, y podría ayudar a garantizar la seguridad del suministro y llenar los vacíos en el mercado. Hay riesgos de los cursos y las opiniones divergentes sobre la cuestión de la explotación minera. «Si no podemos convencer a nuestros ciudadanos de que estas actividades no perjudiquen el bien común, la industria no va a obtener el acuerdo social o político que necesita», ha dicho Damanaki.
«Hay una necesidad importante para la investigación, pero hay que ser realistas: el costo de la investigación de los fondos marinos está por las nubes. El sector privado es el único que puede liderar el proceso y debe estar preparado para compartir los resultados». La comisaria griega ha recordado que el programa de investigación Horizonte 2020, ha priorizado a un proyecto muy importante: la cartografía del fondo marino para todos los mares europeos hasta esa fecha teniendo en cuenta la directiva para la ordenación del espacio marítimo. Eso facilitará las inversiones.
Las cuestiones de jurisdicción en el Mediterráneo, en la que algunos países comparten zonas marítimas obstaculizan los trabajos de investiación y extracción, por lo que hay que dotar a los Estados ribereños de un marco más estable para la ordenación del territorio y la inversión. Pero muchos de los desafíos para las industrias mineras y extractivas en general siguen siendo los mismos - ya sea que tengan lugar en la tierra o en el mar. La sostenibilidad, ha dicho Damanaki, sigue siendo la prioridad absoluta. La comisaria de política marítima ha recordao que los investigadores, los inversores y las industrias extractivas tienen la responsabilidad de trabajar por un futuro sostenible para la industria. Por eso el reciclaje y la reutilización serán dos componentes importantes para mantener la seguridad medioambiental.