La vicepresidenta española y ministra de Economía, Elena Salgado, ha dicho al terminar la reunión del Ecofin que «la prioridad absoluta es la consolidación fiscal y por supuesto las reformas estructurales». Sin embargo, ha pedido a los países que no se encuentran en situación de déficit excesivo que «tiren de la demanda global». No ha mencionado a ningún país, pero solo se encuentran en esa situación Alemania, Holanda, Suecia, Finlandia y Luxemburgo.
La ministra española citó unas palabras del comisario de Asuntos Económicos en la reunión sobre la posibilidad de «empezar a introducir variables distintas y relajar esa consolidación fiscal», aunque antes la UE tiene que llevar a cabo la consolidación fiscal.La UE cede así tímidamente a las presiones de Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional, que temen una ralentización de la recuperación económica por el exceso de medidas de austeridad en Europa.
Salgado ha aclarado que España no tiene margen de maniobra para adoptar medidas de estímulo, pero tampoco habrá más ajustes porque se están cumpliendo los objetivos de déficit. La cuestión se abordará de nuevo en la reunión del G20 en Cannes, el 2 de noviembre, con los países emergentes.
Los ministros de Finanzas europeos también han acordado la supervisión europea de derivados financieros, que seguirá siendo una competencia nacional, como pedía Reino Unido, donde se concentran la mitad de este tipo de operaciones. La nueva norma sobre derivados obligará a registrar todas las operaciones en repertorios comerciales, a las que tendrán acceso las autoridades de supervisión, que podrán así detectar posibles acumulaciones de riesgo. Francia y Alemania apostaban por una mayor supervisión de estos productos por la autoridad europea.
El Consejo también ha ratificado el paquete de medidas de gobernanza económica, que ya tiene el visto bueno del Parlamento Europeo, con el que se pretende garantizar la estabilidad financiera en la UE, prever situaciones de alerta y sancionar a los países incumplidores.