Pocas veces la llegada de la electricidad ha hecho tan feliz a la gente. La primera planta de generación de electricidad en Vilna fue celebrada con una estatua de la diosa de la electricidad. La escultura, situada en el centro de la ciudad, fue tan popular que las canciones populares hablaban de ella. Cuando se desmanteló la estación eléctrica, hubo una campaña para que fuera reconocida como patrimonio nacional y en la actualidad recibe tantos visitantes como el Museo de Energía y Tecnología.