«Es verdad que hemos avanzado y estabilizado la situación (...) pero es demasiado pronto para decir que la crisis ha terminado», ha dicho el vicepresidente del BCE, Vitor Constancio quien ha añadido que la eurozona todavía debe vencer grandes desafíos, entre ellos la diferencia de intereses que siguen existiendo entre las empresas del norte y del sur y el enorme paro.
El jueves, se debatirá y votará el sistema de resolución bancaria pactado en marzo, uno de los pilares de la unión bancaria. Un sistema ágil y eficaz para gestionar bancos en apuros es necesario para salvaguardar el sistema financiero y evitar que los contribuyentes tengan que pagar los platos rotos por los errores de los banqueros. Este ha sido siempre el objetivo de la Eurocámara en sus negociaciones con los Gobiernos de la Unión Europea para crear una unión bancaria.
Mario Draghi ha vuelto a repetir este lunes que «es demasiado pronto para decir que la misión esté cumplida» porque el nivel de paro en la eurozona sigue siendo «inaceptablemente alto» por lo que recomienda a los Estados miembros que sigan con las reformas y que cumplan el pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El ciudadano europeo debe recuperar la confianza y su derecho a una vida digna. «Estamos en una espiral de desconfianza» ha dicho el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz en Madrid. Se ha mostrado seguro de que las instituciones llegarán a un acuerdo antes de las elecciones sobre la unión bancaria y el fondo único de resolución, aunque la negociación promete ser dura ya que las posiciones están muy alejadas.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha insistido este miércoles en que Europa tiene que «avanzar» en la unión económica europea y «reforzar» el funcionamiento de las instituciones y el camino para ello, según viene diciendo desde hace tiempo la canciller, solo se conseguirá con «un mayor desarrollo» de los tratados europeos.
Desde este 1 de enero Grecia, el país que más está sufriendo la crisis y que se encuentra bajo la férrea tutela de la troika de acreedores, asume desde este miércoles la presidencia de turno de la UE. Tiene por delante seis meses de un programa espartano dedicado especialmente a poner de relieve e intentar encarrilar los principales problemas que aquejan a los estados miembros del sur de la Unión.
Alemania ha vuelto y, como dijo la semana pasada la canciller Merkel para seguir haciendo la misma política europea. En la reunión del Ecofin de este martes se ha debatido el mecanismo de liquidación de bancos con problemas en el que la propuesta inicial de la Comisión ha quedado diluida y se recogen las exigencias de Alemania que no quiere pagar por los bancos en quiebra de otros países ni quiere que el resto conozca las interioridades de sus cajas de ahorro.
Acuerdo para que no se reflote a los bancos a costa de los contribuyentes