Hace unas pocas décadas, incluso antes del final de la Guerra Fría, antes y después del triunfo de Ronald Reagan, se sucedían periódicos análisis acerca de la decadencia de Estados Unidos. Otras veces, el turno del pesimismo le tocaba a Europa, sobre todo cuando no conseguía superar su ambivalencia ante la profundización del proceso de integración, especialmente por el fracaso de su proyecto constitucional.
Con la firma de sendos acuerdos de asociación ,Ucrania, Moldavia y Georgia están más cerca de la Unión Europea. Han dado un paso hacia la integración en una Europa que nunca ha estado tan vinculada con sus vecinos del este, a pesar del recelo de Rusia. Los tratados se asientan sobre tres pilares: cooperación en una amplia variedad de temas (educación, ciencia, cultura, sociedad,etc.), diálogo político y comercio.
Los Ministros de Asuntos Exteriores han dado un paso más en las sanciones contra Rusia y han acordado prohibir las importaciones provenientes de Crimea y de Sebastopol que no estén certificados por Kiev. No es la primera vez que la UE adopta sanciones contra Moscú: ya lo hizo contra dos empresas y ha retirado el visado a 61 personas con pasaporte ruso.
Era una de las imágenes más esperadas: el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Petró Poroshenko, se reunían por primera vez en el marco del 70 aniversario del desembarco de Normandía. El encargado de negociar los detalles de la asistencia de Putin y de sentar las bases para un encuentro fructífero con Poroshenko, fue el enviado especial para Rusia del Gobierno francés, Jean-Pierre Chevènement, todo un veterano de la política gala quien, como Hollande, confía en que «haya un alto el fuego en las próximas semanas y se llegue a una 'entente' en la cuestión del gas.»
Bruselas ha acogido, con extremas medidas de seguridad, la primera Cumbre del G7 que en diecisiete años, no ha contado con Rusia, tras su anexión de Crimea en marzo; la primera en la capital europea y la primera en que Herman Van Rompuy y Jose Durao Barroso han sido los anfitriones. El resultado es claro: todos están de acuerdo en que Rusia debe retirar sus tropas del este de Ucrania, so pena de futuras sanciones, aunque no descartan el diálogo con Moscú.