Las situaciones de crisis económica lleva a los ayuntamientos a dudar si el, siempre limitado, dinero que se gestiona, debe destinarse a cubrir necesidades sociales básicas y acuciantes, o mantener las actividades culturales, con una repercusión a más largo plazo. El ayuntamiento de Aranjuez, no ha querido abandonar la inversión cultural, y ha dedicado una parte de la hucha municipal a renovar el Teatro Real Carlos III.