En el último medio siglo, los estilos de vida han cambiado radicalmente. La esperanza de vida ha aumentado casi por doquier, pero ha venido acompañada de un incremento de las llamadas enfermedades no transmisibles (como las cardiovasculares, las respiratorias, el cáncer o la diabetes), que cada vez provocan más muertes en todo el mundo.
En 2014, el sector turístico y de viajes registró en España un superávit de hasta 34.000 millones de euros.Supone un aumento del 2,1% con respecto al alcanzado en el mismo periodo del año anterior, En cuanto al llamado turismo sanitario es uno de los países del mundo con mayor volumen de negocio que, según las previsiones, el próximo año crecerá en 257 millones.
Los cultivos genéticamente modificados con un aumento de vitaminas y / o contenido de minerales tienen un gran potencial para mejorar la salud pública, pero no es tan fácil que los consumidores los admitan. La opinión pública europea está en su mayoría en contra debido a otros transgénicos no tan favorables para la salud. Una investigación de la Universidad de Gante, publicada recientemente en la revista Nature Biotechnology, ha demostrado que estos cultivos tienen un futuro prometedor.
Tres de cada cuatro adultos que viven en Madrid no hacen ejercicio durante su tiempo libre. Un estudio revela que el 76,3% de los adultos que viven en la Comunidad de Madrid no realiza actividad física en el tiempo libre o la que hace no es suficiente para alcanzar las recomendaciones mínimas para obtener beneficios sobre la salud. Como resultado de la investigación se han identificado distintos colectivos de riesgo a los que dirigir de forma prioritaria posibles programas de intervención dentro de las estrategias de salud pública.
La malaria es uno de los problemas más graves de salud global, con 200 millones de casos clínicos y más de 600 000 muertes atribuidas por año, según datos de la Organización Mundial de la Salud de 2013. La reciente resistencia al tratamiento estándar más usado a nivel mundial, basado en la artemisina y sus análogos, obliga a buscar nuevos compuestos de sustitución.
Entre 2008 y 2012, el coste del daño que causan las 14.325 instalaciones industriales que hay en la UE oscila entre 329 millones de euros y 1053 millones de euros, depende de la forma de cálculo que se utilice. En España los daños se cifran entre 19.289 millones de euros y 41.913 millones de euros. El informe de la Agencia Europea del Medioambiente ha sumado todo, gastos de hospital, días de trabajo perdidos, problemas de salud, daños a los edificios y reducción del rendimiento de la agricultura.
Más del 95 % de la población de las ciudades europeas está expuesta a niveles peligrosos de algunos contaminantes. La contaminación más grave es la de las partículas en suspensión, similares al polvo u hollín, pero más pequeñas aún capaces de penetrar profundamente en los pulmones. Estas partículas fueron las responsables de la mayor parte de las muertes prematuras por contaminación, que la AEMA estima en 400 000.