Con estas palabras el presidente estadounidense, Barack Obama, recalcaba hace unos días la necesidad de un compromiso político con el medio ambiente a nivel global, y anunciaba un paquete de medidas que, con una financiación anual de 8.000 millones de dólares hasta 2030, pretendía reducir un 32% las emisiones contaminantes en el país con respecto a los niveles de 2005.
Del 25 al 27 de mayo de 2016, el Cabildo de Lanzarote y la red de investigadores Marine Sciences For Society organizan en la isla la Conferencia Científica Internacional 'Micro 2016'. Colaboran en la organización la UNESCO, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Comisión Europea y mas de 25 Universidades y centros de investigación de todo el mundo. Los científicos pondrán en común y al servicio de la sociedad, el conocimiento disponible sobre el destino y el impacto de los microplásticos en los ecosistemas marinos: 'de la costa al mar abierto'.
Los grupos de delincuencia organizada están detrás de crímenes medioambientales, según alerta el último informe del organismo de cooperación judicial de la UE (Eurojust). Los beneficios de estos delitos llegan a ser entre 30-70 mil millones de dólares anuales, pero rara vez son perseguidos por los Estados miembros.
El mundo no puede esperar más para controlar un contaminante tan importante como el mercurio que amenaza los derechos humanos. El Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y las sustancias tóxicas, Baskut Tuncak, insta a los gobiernos de todo el mundo a que ratifiquen la la Convención de Minamata sobre el Mercurio, un tratado mundial para proteger la salud humana y el medio ambiente de sus efectos adversos.
La carrera espacial ha convertido al espacio en un vertedero. La cada vez mayor cantidad de basura y chatarra que orbita alrededor de la Tierra necesita una firme gestión para que los satélites y las naves espaciales no colisionen con ellos. El Parlamento europeo ha dado el visto bueno a un programa que intentará seguirle la pista a todos esos residuos y evitar problemas.
La Unión Europea y la FAO, han firmado un acuerdo para ayudar a Bielorrusia a eliminar los plaguicidas obsoletos y a reducir los riesgos derivados de los que se usen en la agricultura en el futuro. Durante los próximos dos años y medio, prestarán asistencia técnica a Bielorrusia para gestionar sus existencias de plaguicidas obsoletos, procurando reducir al mínimo las amenazas para la salud humana y el medio ambiente de los residuos peligrosos.