Este 1 de enero la Unión Europea estará por segunda vez en la historia en manos de un país báltico: Letonia. Su principal reto será contener los desafíos del Kremlin, sin enfadar a la minoría rusófona que vive en el país. Durante los seis meses en los que va a llevar las riendas de Europa, tendrá además que enfrentarse a viejos retos, como la inestabilidad política de Grecia o el paro juvenil.
Napolitano abandona el barco. El actual presidente de la República italiana ha decidido que a sus 89 años, otros comanden la agitada imbarcazione en la que se ha convertido el gobierno italiano durante los últimos años. Y todo ello en el contexto de una crisis económicaque se resiste a marcharse de Italia y amenaza constantemente a volver a poner patas arriba a los demás estados miembros con nuevos fantasmas a modo de recesión.
Italia ha votado, y lo ha hecho de una forma en la que no cabe ninguna duda. En el país de los gobiernos frágiles y las mayorías atrofiadas el Partido Demócrata (PD) ha tocado el corazón de los votantes hasta llegar al 41%. No hay duda de que este resultado se debe a Renzi, sobre todo si se tiene en cuenta que en 2009 el partido solo consiguió el 26% de los votos.
Desde este 1 de enero Grecia, el país que más está sufriendo la crisis y que se encuentra bajo la férrea tutela de la troika de acreedores, asume desde este miércoles la presidencia de turno de la UE. Tiene por delante seis meses de un programa espartano dedicado especialmente a poner de relieve e intentar encarrilar los principales problemas que aquejan a los estados miembros del sur de la Unión.