España y Portugal, desoyendo las recomendaciones y disposiciones de la UE sobre gestión hídrica, no tienen planes de cuenca conjuntos para los ríos que comparten: Tajo, Guadiana, Duero y Miño. Europa está muy lejos de alcanzar los objetivos ecológicos y la máxima calidad del agua de sus ríos.
Mª Ángeles Fernández y J. Marcos
No hay tregua. Las noticias sobre el déficit, la deuda, la troika, el desempleo, las manifestaciones, las huelgas, las protestas, los recortes, las exportaciones, el PIB, los porcentajes y demás titulares se suceden sin parar en Portugal. El país vive inmerso en una vorágine de datos que un día lo ponen en la cuerda floja y al siguiente le dan un ligero respiro.
Desde que en 2011 se puso en marcha en Portugal el programa de asistencia financiera de la troika el mercado de trabajo no solo no ha mejorado, sino que ha ido a peor. Muchos de los trabajadores más cualificados en especial los jóvenes han tenido que emigrar. Aunque las últimas previsiones del FMI señalan una cierta recuperación económica para 2014, debido a la exportación sobre todo, será demasiado débil para que se note en el empleo.
La política de austeridad ha llevado al gobierno de centro derecha portugués ha sufrir este fin de semana una derrota histórica en las urnas. El Partido Social Demócrata (PSD) no ha podido mantener la mayoría de los municipios que han pasado a manos del Partido Socialista (PS). No obstante, el primer ministro Passos Coelho ha dicho que mantendrá la misma política de austeridad.
Este domingo se cumplía el quinto aniversario de la quiebra de Lehman Brothers, un acontecimiento que fue el desencadenante de la mayor quiebra del sistema financiero tal como lo conocemos desde la Gran Depresión. La Era de los Hombres acabó, llegó la Era de los Productos Bursátiles y hoy, cinco años después, todavía nadie sabe si saldremos de ésta.
La eurozona admite ya una suspensión de pagos de Grecia El Estado de la Unión 2013Cuando alguien le pregunta cuándo va a parar, responde que no está dispuesto a hacerlo. Porque Paulo Morais, otrora vice-presidente de la Cámara Municipal de Oporto (2002-2005), es hoy uno de los rostros portugueses más visibles en la lucha contra la corrupción.