La reforma de las políticas y procedimientos comunitarios sobre migración y asilo debe incluir medidas para garantizar la seguridad de las mujeres demandantes de asilo que a menudo viajan con niños pequeños y otros familiares dependientes, señala la resolución que el pleno ha aprobado este martes
En la última sesión plenaria del año en el Parlamento europeo, el presupuesto de la Unión, el reconocimiento del Estado palestino, el uso de la tortura por parte de la CIA y la violación de la libertad de expresión en Turquía, han marcado la agenda. La re-elección de Emily O'Reilly como Defensora del Pueblo Europeo y la entrega del premio LUX de cine a la película «Ida» han sido también temas destacados.
La Eurocámara ha votado hoy para reconocer el Estado palestino y la solución de dos Estados, y considera que «este proceso debería ir de la mano del desarrollo de las negociaciones de paz, que tienen que avanzar». Con 498 votos a favor, 88 en contra y 111 abstenciones la votación se suma a las acciones emprendidas por otras cámaras nacionales como la de Suecia, España, Francia, Reino Unido e Irlanda.
Cuando el Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó su legislatura como la de la «última oportunidad» aseguró que se traduciría en actos para convencer a la ciudadanía de que no se deje llevar por el euroscepticismo, que no ha parado de crecer en los últimos años. Por ello, ha anunciado hoy ante el Pleno de Estrasburgo que simplificará o eliminará hasta 80 normas y ha presentado solamente 23 nuevas directivas para lavar la imagen de la vieja Europa.
Sin sorpresas. La moción de censura contra Juncker liderada por los eurófobos del británico Nigel Farage y el italiano Beppe Grillo, junto con la extrema derecha de Marine LePen, no ha salido adelante. Con 101 votos a favor y 461 en contra, el Ejecutivo comunitario mantiene el apoyo de la gran mayoría de la Eurocámara.
Por Esther Herrera / Estrasburgo
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha pronunciado hoy su último discurso en la Eurocámara. Ha dicho adiós repasando la última década en un hemiciclo prácticamente vacío. Con poca autocrítica, ha destacado los momentos cumbre de su presidencia en los que la crisis del euro, la deuda soberana y, más recientemente, la tensión con Rusia han copado casi toda su alocución.
La eurocámara ha ratificado el Acuerdo de Asociación con Ucrania. El mismo que desencadenó el actual conflicto con Rusia. El mismo de las protestas en Maidán y el punto de partida de un episodio, que bien pudiera ser uno más de la «Guerra Fría». El Pleno en Estrasburgo ha votado casi simultáneamente el mismo texto con la Rada, la cámara de los diputados ucranianos, aunque no entrará en vigor hasta 2016.