Por Paco Audije
La profundización democrática y la transparencia política vienen de la mano (bondadosa) de las nuevas tecnologías. Ahí tienen ustedes una leyenda imbatible, un gran cuento de hadas del siglo XXI que recrea (utiliza) ciertas mitologías utópicas del XIX. Respecto al periodismo impreso, no queda sino acordar su hora de cierre. Triunfará el bien. No sé si terminará siendo así, pero deberíamos mirar de cerca los intereses de los nuevos profetas de las llamadas redes sociales, del periodismo y de la cultura digital. Tras sus ojos de Caperucita, una cierta mirada más propia de lobos.En 1980, tuve un debate en las Naciones Unidas con el fallecido Stan Swinton, cuando era el muy brillante y poderoso director de Associated Press (AP). En un momento dado, proporcioné algunas cifras, que habían cambiado lentamente a causa de la parcialidad occidental en los medios de comunicación.
En su fuero interno, los periodistas actuales son escépticos sobre la panoplia (variopinta) de soluciones (milagrosas) que se ofrecen, aquí y allá, para «salvar» los medios de comunicación (digitales o tradicionales). En esa milagrería se incluye siempre una cierta jerga obligatoria que estigmatiza sobre todo a los medios «tradicionales», sobre todo a los impresos, a los que se condena a una pena capital ya inminente. Con el miedo en el cuerpo, juntos de la mano hacia el cierre definitivo.
Un gran amigo, de los mejores, que es además un lector múltiple y de calidad, se extraña de que no publique en varios días. Le respondo que estuve ocupado en otros asuntos, algunos familiares. También en actividades relacionadas con la defensa de la pluralidad periodística y en campañas de defensa de los medios audiovisuales públicos, así como de los pequeños medios cooperativos y comunitarios.
Son malos tiempos para el periodismo. Cierre de medios de comunicación y despidos de periodistas en los países occidentales. Asesinatos, secuestros y torturas en países conflictivos. Las organizaciones de periodistas denuncian que la transparencia informativa ha descendido en casi todos los países, incluidos Estados Unidos o Europa, que aunque siguen siendo las zonas del mundo con mayor libertad de prensa, han aumentado su control sobre informadores e informantes.
Reporteros Sin Fronteras celebra este 3 de mayo, Día Mundial de la libertad de prensa, un acto de apoyo a los periodistas y blogueros encarcelados en todo el mundo. Este año estará especialmente centrado en la situación de Eritrea, una de las peores cárceles del mundo para los periodistas.
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».