Luis Antonio Huacuja Acevedo / México D.F.
Contra los pronósticos más pesimistas, los ciudadanos europeos han acudido a las urnas, en una proporción mayor a la esperada, para votar a quienes los representarán en la Eurocámara para los próximos cinco años. Sin embargo, existe una fuerte preocupación en el ambiente europeo, no tanto por cuántos electores salieron a expresar su voto, sino por cómo lo hicieron.Lo dijo Angela Merkel hace unos días en una entrevista al diario germano 'Leipziger Volkszeitung'. Dio por hecho que habrá una gran coalición europea entre los populares y los socialdemócratas europeos para la formación de la nueva Comisión Europea. Es una idea que ha aparecido en muchas ocasiones durante esta campaña electoral y desde diferentes ámbitos. Hay quien teme que una vez más las elites políticas vayan a trabajar «para el pueblo, pero sin el pueblo».
Sin sorpresas, pero ya es oficial, los socialistas europeos han elegido al alemán Martin Schulz, candidato a la presidencia de la Comisión Europea en las elecciones de mayo al Parlamento Europeo. El actual presiente del PE ha obtenido solo 2 votos en contra, 34 abstenciones y el apoyo de 368 compromisarios.
El periodismo es un bien público. Ese es el principio del que parte la Federación Europea de Periodistas (FEP) ante las elecciones europeas del 25 de mayo y recuerda que para su cumplimiento existe un requisito imprescindible: los periodistas tienen que ejercer su oficio con independencia. Deben esforzarse en ese sentido. Y eso, quizá, debería ser especialmente cierto en el caso de los medios públicos audiovisuales.
La rica Europa tiene un número considerable de pobres y va en aumento. Nada comparable al Tercer Mundo, claro, pero muy lejos, para muchos, de esa Europa del bienestar que tantas veces se ha pintado.
Las estadísticas dicen que en 2008, cuando la crisis ya dejaba huella, el 17 % de los europeos estaba en el umbral de la pobreza. La cifra es más alta en España y sube si nos fijamos en los niños y en los ancianos en toda la Unión. El concepto de pobreza es relativo, pero para la UE, roza el umbral, por ejemplo, quien no puede comer carne, pollo o pescado cada dos días. 2010 es el Año Europeo contra la Pobreza.