Desde el cambio climático y las energías renovables, a los recursos naturales, la biodiversidad, la gestión de residuos y de productos químicos peligrosos, o la prohibición del fracking y las prospecciones petrolíferas en los mares europeos son los temas que cinco grandes ONG ambientales quieren ver en los programas de los partidos políticos. Porque «las políticas medioambientales vienen de la Unión Europea».
La primera Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) en la historia de la UE divide a los europarlamentarios. La Eurocámara tiene clara la defensa del agua como derecho humano pero no alcanza un acuerdo acerca de la participación privada. El plazo de respuesta expira el 20 de marzo.
No se puede hablar de democracia cuando muchas de las decisiones que se toman a nivel mundial se hacen sin pasar por los Parlamentos nacionales elegidos por los ciudadanos. Organizaciones como la ONU, el FMI o el G-20 toman decisiones que los países deben cumplir sin apenas supervisión de sus Parlamentos.
Las primeras Elecciones Europeas en las que 400 millones de personas tendrán algo que decir en el nombramiento del presiente de la Comisión Europea plantean la posibilidad de un diálogo televisado entre las candidaturas. La cuestión lingüística es el mayor escollo a la hora de alcanzar un acuerdo.
Amnistía Internacional pide que las autoridades paquistaníes aclaren el secuestro y presuntos malos tratos de un activista contra los aviones no tripulados, que desapareció días antes de viajar a Europa para declarar ante el Parlamento Europeo.
La cuenta atrás ha empezado: quedan 100 días para que abran los primeros colegios electorales en mayo de 2014. En el segundo mayor ejercicio democrático del mundo, 400 millones de personas podrán elegir un nuevo Parlamento Europeo.
Los 751 eurodiputados que ocupen sus escaños en julio no sólo fijarán el curso de las políticas europeas durante los próximos cinco años, sino que también elegirán al líder del órgano ejecutivo de la UE, el presidente de la Comisión Europea.
Del Parlamento Europeo al Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (CIDOB)
Elina Viilup nació en Tallinn (Estonia). Licenciada en Lengua y Literatura Inglesa, y en Administración Pública por la Universidad de Tartu (Estonia), inició su trayectoria profesional como consultora y consejera en el ámbito de la política de comunicación de la UE y las cuestiones de ampliación en la Delegación de la Comisión Europea en Tallin (Estonia). Ha sido consejera en varios organismos del Parlamento Europeo. Vive en Barcelona desde hace 3 años, y trabaja como Investigadora Principal en el CIDOB.