«La crisis, pues sí, es seria; pero no es grave». Mi amigo y colega Antonio Vellutto, me citó una vez esa sabia respuesta (creo que de Andreotti) a un periodista que le preguntaba si la crisis de gobierno era «grave». La política italiana siempre me produce una mezcla de fascinación, de proximidad personal, que tiene que ver con la historia del país latino-europeo de nuestros orígenes. También de repulsa por detalles que –tardíamente- se descubren sórdidos, pero que casi nunca proceden de la mediocridad intelectual. Ahí aparece Matteo Renzi.
Olli Rehn, Comisario de Asuntos Económicos, y Jean-Claude Trichet, anterior presidente del Banco Central Europeo, han comparecido ante los europarlamentarios. Se ha dicho que para dar cuentas por los desmanes de la troika. Si es así, comparecen mal y tarde, cuando la hegemonía del dogma neoliberal empieza a ser cuestionada en la calle y en sus fundamentos ideológicos.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha emitido un desesperado llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que terminen con la impunidad de la violencia ejercida contra los periodistas. En 2013, la FIP registró 108 asesinatos de periodistas y otras personas de los medios de comunicación. Dieciséis más perdieron la vida en accidentes relacionados con su trabajo.
Tian zhu ding. Así transcriben el título original al alfabeto latino. Lo traducen como A touch of sin, en inglés y como Un toque de violencia, en español, que no es exactamente lo mismo. De modo que no sabemos qué nos estamos perdiendo del original; pero la película del realizador Jia Zhang Ke, que he visto hace poco, es directa. Un filme imperfecto pero interesante, sobre las quiebras sociales de China.
Hace cien años, en una Irlanda que discutía su posible forma de autonomía (home rule) dentro del Imperio Británico, tuvo lugar un enorme conflicto laboral que duró más de medio año. El gran líder de los trabajadores fue James Larkin, una figura mítica en Irlanda, junto a James Connolly que le acompañó en aquellos días. Fueron determinantes para la historia de aquel país. Su interés es hoy universal y tiene que ver tanto con las luchas por la independencia de Irlanda , como con las doctrinas y prejuicios que nos imparten sin tregua desde los poderes políticos y financieros dominantes.
Por Paco Audije
Hablábamos ayer de la India. El gran elefante parece quieto, pero nos fascina. Todo el mundo compara China e India, pero se refieren a China porque tiene el 2º PIB del planeta, tras Estados Unidos, lejos de EEUU, en realidad; pero la India está aún más alejada: en 10ª posición. Tercer consumidor de energía del mundo, tras China y EEUU, algo no necesariamente digno de elogio. Su crecimiento se ralentiza (3,2%) desde el 10,8% en el año 2010.
India espera beneficios del pacto 5+1 con IránSolo India faltaba a la cita de la negociación con Irán. El gobierno de Nueva Delhi ha mantenido relaciones especiales con Irán, a pesar de haber reforzado las suyas con Estados Unidos y de seguir siendo amigo de Israel. Desde que Nehru liderara la política de los no alineados, las relaciones exteriores indias han sido siempre peculiares, distintas; aunque el acercamiento a la URSS, durante la época de Indira Gandhi, pareciera desviar el eje de las «amistades» estratégicas.