La respuesta de la comunidad internacional se quedó corta ante el desplazamiento mundial de 60 millones de migrantes y refugiados, obligados a abandonar sus hogares o países debido a la persecución, los conflictos armados y el hambre.
Organizaciones de derechos humanos exigen una solución duradera a la crisis migratoria en Europa, sobre todo tras el desmantelamiento de los campamentos de refugiados en las ciudades francesas de París y Calais. En uno de los últimos incidentes, se produjeron tensos enfrentamientos.
Un número sin precedentes de personas refugiadas continúa llegando en barcas hinchables y cayucos a la isla griega de Lesbos, «lo que está generando una enorme presión sobre la capacidad, los servicios y los recursos de la isla», informa el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Alrededor de 600 personas, llegan cada día a las islas helenas. La mitad desembarcan en Lesbos.
Europa quiere tomar «todas las medidas necesarias». Los ministros de Exteriores y Defensa han aprobado este lunes una operación militar destinada a interceptar las embarcaciones utilizadas por las mafias para traficar con personas. También se ha establecido un sistema de cuotas para repartir a los refugiados entre los 28 que no termina de convencer a todos los Estados miembros.
Las fronteras de la UE están más convulsas que nunca. Mientras la crisis entre Rusia y Ucrania acecha por el Este, los países del Mediterráneo se esfuerzan por contener una inmigración que les desborda. Todo ello bajo la amenaza constante del terrorismo islamista que ya ha demostrado que puede afectar a cualquier país. Todo ello hace más necesario que nunca hablar de las políticas de vecindad en Europa para terminar con la inestabilidad en las fronteras que pone en jaque a la propia Unión.
A los inmigrantes que han sido rescatados este fin de semana hacinados en pequeñas embarcaciones hay que sumar una nena que nació mientras su madre era rescatada por la Guardia Costera italiana. El número de personas que arriesgan su vida y la de sus hijos por llegar a la UE continúa aumentando.
Las reacciones a la última cumbre de jefes de Estado y de gobierno en el que abordaron la tragedia en el Mediterráneo se han hecho oír hoy en Estrasburgo. Los eurodiputados reunidos en sesión plenaria han votado una resolución para instar a la Comisión Europea a poner todos los medios disponibles para evitar más muertes. En un debate históricamente duro contra los países, el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, admitió que la respuesta de los líderes europeos no fue «suficiente» y pidió la implantación obligatoria de cuotas de refugiados.