En plena Feria del Libro de Madrid, se ha hecho público el ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Un premio que este año ha recaído en el escritor irlandés John Banville, de 68 años, . El jurado ha destacado «su inteligente, honda y original creación novelesca» y sus «turbadoras y críticas novelas policiacas». 23 candidatos optaban a este premio entre los que estaban el novelista inglés Ian McEwan, el japonés Haruki Murakami o Juan Goytisolo.
No quisiera abandonar esta semana, salvo que alguien me asegurase que todos los lunes comienzan como el pasado 12 de mayo. Al atardecer pude abandonar todo lo que se me ponía delante: preocupación, ocupación o tormento y «rauda y veloz» llegué más que a tiempo para entregarme a las luces tenues del espectáculo que voy a contar. Un encuentro inolvidable, cercano, divertido y emotivo de tres gigantes de las Letras españolas. El sitio: un extraordinario escenario en el Teatro Canal de Madrid para celebrar los 50 significativos años de la editorial Santillana.
En este 2014 se conmemoran algunos centenarios de acontecimientos que han marcado la historia del siglo XX y también los de algunos de sus escritores. El comienzo de la primera guerra mundial y la apertura al tráfico del Canal de Panamá se celebran con los cien años del nacimiento de Octavio Paz, de Adolfo Bioy Casares y de Julio Cortázar, de Marguerite Duras y de William Burroughs, Dylan Thomas, de Martín de Riquer...
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».
La primera vez que leí a Gabriel García Márquez (1927-2014) fue frente a las pruebas de galera de «Relato de un náufrago» que Editorial Sudamericana se aprestaba a reeditar en Argentina.
Estaba en los talleres de Sudamericana, en el barrio porteño de San Telmo, donde tanto me tocaba corregir una novelita gótica como un clásico de la literatura o una obra de la poeta Alejandra Pizarnik, así de variado era el menú.El premio Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Márquez ha muerto en México al no superar una neumonía, complicada con otras enfermedades. El gran escritor latinoamericano, de obras tan conocidas universalmente como Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El general en su laberinto o El amor en los tiempos del cólera, trabajó como corresponsal en Europa.
Cuando leemos novelas o ficciones cortas en cualquier idioma, lo hacemos para entender la historia, para aprender algo nuevo o, con suerte, para lograr algún tipo de elevación emocional gracias a las palabras impresas en la página y a las habilidades del narrador. Entonces, ¿cómo contar la «historia» del cambio climático y el recalentamiento planetario?