Tras una prórroga de 25 horas, los negociadores de 195 países han alcanzado un acuerdo con un «mínimo común necesario» de medidas para afrontar el cambio climático y han postergado las grandes decisiones sobre un nuevo tratado para la 21 Conferencia de las Partes (COP 21), que tendrá lugar en un año más en París.
La gran frecuencia y magnitud de la variabilidad climática con el aumento de la temperatura global y la consecuente alteración del régimen de lluvias está modificando la geografía de los cultivos y producción de alimentos en los trópicos. Expertos en seguridad alimentaria presentes en la COP 20 coinciden en que si los países tropicales no adoptan pronto técnicas para adaptarse el precio de los alimentos subirá de forma notable.
La UE espera que la COP20 que tiene lugar en Lima (Perú), allane el camino para que el próximo año pueda adoptarse en París un nuevo acuerdo mundial sobre el clima que sea jurídicamente vinculante. El Comisario de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, se ha mostrado confiado en que el nuevo acuerdo contribuya a reforzar y ampliar de manera significativa los esfuerzos colectivos internacionales para luchar contra el cambio climático.
El camino hacia la economía verde está lleno de recompensas y riesgos, y los responsables políticos deben tratar de equilibrarlos para que prospere la transición a las fuentes de energía bajas en carbono, según los expertos climáticos que participan en la cumbre climática en la capital peruana.
Pese a ser una de las víctimas del calentamiento global, el agua no ocupará un lugar relevante en las negociaciones de la 20 Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se desarrollará en Lima entre el 1 y el 12 de diciembre.