«El objetivo de los extremistas es que nos enfrentemos entre nosotros; nuestra unidad refuta de forma definitiva su fallida estrategia», destacó este mes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Las gestiones para hallar una solución política a la guerra civil de Siria, que comenzó en marzo de 2011, continúan. En la última semana, distintos grupos opositores al gobierno de Bashar al Assad han organizado tres conferencias con ese fin que se han realizado en Damasco, Derik - una ciudad norteña controlada por los kurdos de Siria - y Riad, la capital de Arabia Saudita.
Desde que el terrorismo Jihadista hizo su aparición en la agenda política internacional, en 2001, cuando Al Qaeda atacó el núcleo económico de los Estados Unidos, Europa y Norte América han sido el objetivo de varios atentados: España, en 2004, Reino Unido, en 2005, Canadá, 2014 y ahora Francia, 2015, entre otros. A raíz de esto, la imagen que los ciudadanos tenían de los musulmanes cambió por completo.
Los catastróficos acontecimientos que se desarrollan a diario en Irak son más significativos que en cualquier momento de la historia reciente. El Estado Islámico, antes conocido como Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIS), se ha expandió de forma arrolladora de Siria a Iraq y parece imparable en su marcha hacia Bagdad. Las fuerzas armadas iraquíes, muy superiores en cantidad de hombres y en armas, no han podido o no han querido hacer frente a esta abigarrada pero decidida fuerza de unos 1.000 combatientes.
Crece el interés de occidente por colaborar con el pueblo kurdo. Al compromiso de Francia, Italia y Gran Bretaña de enviar armas para apoyar su lucha contra los yihadistas aprobado la semana pasada a la que se suma una macro operación de ACNUR para llevar suministros a más de medio millón de personas desplazadas en el norte de Irak. También la UE hará un nuevo envío de ayuda humanitaria.
El resultado de las elecciones generales de Egipto ya se conocía antes de que concluyera el proceso electoral el miércoles 28 y por esa razón muchos electores no se acercaron a las mesas de votación de El Cairo, cuyas calles estaban tan vacías como las urnas.