Por N. Chandra Mohan
Estados Unidos, Japón y 10 países más de la cuenca del Pacífico firmaron el 8 de este mes el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, en inglés), el mayor tratado de libre comercio en dos décadas, que abarca el 40 por ciento de la economía mundial.Este pacto pone una enorme presión sobre la Unión Europea que negocia su Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión con Estados Unidos. China también buscará acelerar el Partenariado Económico Comprehensivo Regional.
La inauguración del banco del BRICS en la ciudad china de Shanghái el 21 de este mes, tras la séptima cumbre que las cinco mayores economías emergentes del mundo celebraron en Rusia, confirma el rápido surgimiento de una arquitectura financiera alternativa.
Las cinco economías emergentes que integran el BRICS comenzaron su séptima cumbre este miércoles en Rusia, en la que inaugurarán el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), mientras que 40 organizaciones sociales de todo el mundo exigieron transparencia y democracia al novel organismo financiero.
Desde hace un tiempo resulta evidente que estamos en pleno desplazamiento histórico del centro de gravedad de la economía mundial, del área transatlántica a lo que ahora se empieza a conocer como el Indopacífico. Este es un centro emergente de dinamismo económico y comprende lo que antes se confinaba a la región de Asia-Pacífico, aunque ahora también incluye a Asia meridional.
Cuando parecía decaer la atención mundial hacia el BRICS, sus máximos líderes han echado a andar un sistema financiero alternativo al de Bretton Woods y celebrado una reunión sin precedentes con todos los gobernantes de América del Sur. Aunque modestos, el Nuevo Banco de Desarrollo y el Acuerdo de Reservas de Contingencia materializan la voluntad de los BRICS de confrontar los instrumentos internacionales de gobernanza con una realidad en la que Estados Unidos ya no tiene la hegemonía.
El BRICS avanza a todo vapor con China e India de locomotorasLa Sexta Cumbre del BRICS ha concitado más atención que las demás reuniones de su tipo en la corta historia de la alianza, y no solo de sus propios miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Dos grupos externos definidos por intereses divergentes han seguido de cerca la cumbre, celebrada en la nororiental ciudad brasileña de Fortaleza y en Brasilia la pasada semana.
Las primeras instituciones comunes del BRICS son financieras y nacen como sucedáneo de las reformas en un sistema internacional donde persisten desequilibrios de poder, ignorando el nuevo peso de los países emergentes. Pero el Acuerdo de Reservas de Contingencia, el fondo monetario de los países del BRICS, también se creará sin equilibrar la composición de sus recursos, y eso podría repetir hegemonías corrosivas.