Está considerado el primer gran genocidio del siglo XX. El 24 de abril de 1915, durante la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano, gobernado por turcos, puso en marcha una gran redada en Estambul contra la comunidad armenia. Detuvieron a varias decenas de miembros destacados de la sociedad, muchos de ellos intelectuales nacionalistas. Fue la primera de una oleada de matanzas, detenciones masivas y deportaciones de armenios que acabaron con la vida de más de un millón y medio de personas. Decenas de miles no tuvieron más remedio que huir atravesando el desierto, sin agua ni comida, rumbo a lo que hoy es Siria.
El Parlamento Europeo ha votado esta semana un resolución en la que insta a Armenia y Turquía a que retomen sus relaciones diplomáticas, así como la necesidad de que Ankara reconozca el genocidio armenio. Sin embargo, es la opinión de la Eurocámara, el Ejecutivo comunitario y los Estados se resisten a llamarlo así, conscientes de que no pueden permitirse una crisis diplomática con un país candidato.
Francisco R. Pastoriza
Durante cuatro años, de 1975 a 1979, la locura se instaló en Camboya. Tras la independencia en 1953, después de un precario periodo de paz bajo el reinado del príncipe Norodom Sihanuk, un golpe apoyado por los Estados Unidos llevó al poder en 1970 al General Lon Nol, quien impuso en el país una férrea dictadura militar.Casi 20 años después del genocidio de Srebrenica, el Estado holandés ha sido declarado culpable, por un tribunal de la Haya, de la deportación y muerte de 300 musulmanes varones de esta localidad bosnia, de mayoría musulmana (bosnios), masacrada por tropas serbias del 11 al 22 de julio de 1995. Proclamada zona segura por la ONU, los civiles de Srebrenica debían estar protegidos por un destacamento de Cascos Azules holandeses.
El hijo de Claudine Umuhoza cumplió 19 años el 1 de abril. Es uno de los miles y miles de niños concebidos durante el genocidio en Ruanda, pero no está reconocido oficialmente como un sobreviviente. Su madre sí. Dos décadas después de la masacre de un millón de miembros de la etnia minoritaria tutsi y de hutus moderados, la mayor parte de la población actual todavía hace malabares para soportar el peso de aquella violencia.
Las mujeres lideran en Ruanda 20 años después del genocidioCuando la parlamentaria ruandesa Veneranda Nyirahirwa era adolescente, no le permitían ir a la escuela secundaria por su condición étnica. Tras el genocidio perpetrado por el Estado en 1994, y tras asumir un nuevo gobierno, pudo cursar la educación secundaria. Entonces, ya tenía más de 20 años, pero aprovechó bien la oportunidad.