A la cabeza del Partido de la Libertad , su líder Geert Wilders, polémico político conocido por sus ideales xenófobos y antimusulmanes, culpa a los países del sur de Europa de la crisis económica de la Unión.
El Partido Popular pierde a dos de sus políticos más importantes del Parlamento Europeo, el vicepresidente Alejo Vidal-Quadras, ha anunciado que se da de baja después de 30 años de militancia y el portavoz del PP en Bruselas, Jaime Mayor Oreja ha anunciado que no será la cabeza de lista del partido en las elecciones del 25 de mayo, después de encabezar la lista en las dos últimas legislaturas europeas. El presidente de Murcia, Ramón Valcárcel podría ser el elegido.
Los Ángeles, hasta el 26 de enero
El último informe del Consejo de Europa alerta de que las ideologías extremistas van en aumento. El racismo se intensifica. Crecen los discursos de odio contra los grupos mas vulnerables, sobre todo en internet. Sus ataques se dirigen a inmigrantes, musulmanes y gitanos.
Los partidos de extrema derecha y populistas van ganando cada vez más poder en la Unión Europea. Por primera vez están organizándose para formar un frente común en las elecciones de mayo de 2014. Lo lidera el Frente Nacional de la francesa Marine le Pen que quiere aglutinar a todos bajo el nombre de «Alianza Europea de la Libertad» y formar grupo propio en el Parlamento.
«No podemos sucumbir ante el conservadurismo, ni ante la dictadura de lo instantáneo», afirma Vincent Peillon, ministro (francés) de Educación. Leo la frase en Le Monde (miércoles 13 de noviembre). Acabo de ver cartelitos en las puertas y escaparates de pequeños comercios del barrio de La Bastide (de Burdeos) que dicen: «Sacrifié, mais pas résigné». Se trata de una protesta de colectivos de trabajadores autónomos y de pequeños empresarios contra las subidas de impuestos.
Mucho se ha escrito sobre la arriesgada gestión de la deuda que colocó a Estados Unidos al borde de la bancarrota, pero la principal conclusión que se puede sacar de este episodio es la capacidad de un grupo de lunáticos de bloquear la democracia. A los parlamentarios del movimiento Tea Party, que obligaron al opositor Partido Republicano a una guerra sin cuartel, no les preocupa su reelección.