Apenas quedan unas horas para que Escocia sea protagonista de un día histórico, del que depende el futuro de la región y en el que tienen puestas la mirada otras regiones europeas. Catalanes, vascos o flamencos entre otros, miran con anhelo e ilusión la jornada del 18 de septiembre. Los colegios estarán abiertos desde las seis hasta la nueve de la noche y los resultados, como acostumbra el recuento británico, no se darán a conocer hasta la madrugada o primera hora del día siguiente. Lo único claro es el número de escoceses con posibilidad de participar y las estimaciones de que efectivamente lo hagan. El 97% (4,3 millones) de los llamados a las urnas se ha registrado para votar y de estos, se espera una participación del 80%. Lo que decidan, es cuestión de horas.
Roma, IPS - Después de una campaña de dos años, el voto decidirá finalmente en un referendo este jueves 18 si Escocia recuperará la independencia tras más de 300 años de «matrimonio» con Inglaterra. Todavía está en el alero si la victoria le corresponderá a quienes están a favor, pero venga de donde venga el viento, es poco probable que las cosas sigan siendo iguales, y no solo en función de las relaciones políticas entre Londres y Edimburgo.
Por Esther Herrera / Bruselas
En menos de 24h Escocia decidirá si se convierte en un país independiente o si se mantiene como una región autónoma del Reino Unido. La UE mirará de reojo los comicios y la Comisión Europea ya ha dicho que «respeta» la opinión de los escoceses. Pero Bruselas mantiene la vista también en Cataluña, que aboga por el derecho a decidir el 9 de noviembre, a pesar de que la Constitución española no lo admite. Por el momento, el presidente catalán, Artur Mas, ya ha avisado esta semana que, en caso de que no pueda celebrar la consulta, habrá elecciones plebiscitarias anticipadas.Hablamos con Braulio Gómez autor del libro «¿Cómo votamos en los referéndums?»
Desde la segunda Guerra Mundial en Europa se han convocado 1.900 referéndums en diferentes países. El último que mantiene la atención internacional es el que se celebra este jueves en Escocia, justo una semana después de la masiva manifestación de la Diada en Cataluña, en donde centenares de miles de personas han pedido la convocatoria de un referéndum de independencia. Para Braulio Gómez solo deben convocarse los referéndums que realmente reclama la ciudadanía, porque si se pone a consulta un tema que no interesa a los ciudadanos, no irán a votar.
La visita de los líderes de los conservadores, socialdemócratas y liberales a la región parece ser, junto a las previsiones económicas desfavorables para una Escocia independiente, la principal causa del vuelco en los sondeos. En la visita, más allá de las advertencias y las llamadas a la «responsabilidad», los tres mandatarios han tratado de seducir a los indecisos con el corazón. Victoria para unos, victoria para otros, las encuestas vaticinan un resultado muy ajustado.
Dos nuevas encuestas corroboran la tendencia alcista en el número de escoceses que vería con buenos ojos la independencia de la región. Por su agenda de última hora, Londres da por buenos los resultados y enviará a Escocia a los líderes de los conservadores, laboralistas y liberales en un frente común insólito con el que esperan dar la vuelta a los resultados. Los independentistas se frotan las manos ante un, cada vez más probable, Reino (no) Unido.