Nicola Sturgeon, jefa del gobierno nacionalista de Escocia, ha dejado claro que si la mayoría del Reino Unido optara por el Brexit y los escoceses votaran en sentido contrario, habría un impulso «irresistible» hacia un nuevo referéndum escocés en el que la propuesta de independencia tendría muchas más posibilidades de triunfar.
Más de 40 millones de británicos pueden votar en las elecciones más imprevisibles a las que se ha enfrentado el país en mucho tiempo. Los dos principales partidos llegan a las urnas empatados según los sondeos. Ni el Partido Conservador del primer ministro, David Cameron, ni el Laborista de Ed Miliband tienen una ventaja clara.
Para muchos, el Día de Navidad de 1914 resultaba el más triste de cuantos habían celebrado a lo largo de su vida. Lejos del particular ambiente familiar y hogareño que ya caracterizaba la festividad, millones de europeos encomendaban al azar sus vidas en los campos de batalla europeos de la I Guerra Mundial. Sin embargo, durante aquellas horas, en algunos puntos del frente occidental, cientos de soldados de ambos bandos colgaron las armas para felicitar la Pascua a sus oponentes, estableciendo de manera extraoficial una tregua sin precedentes.
Este viernes ha sido un día políticamente intenso. A primera hora de la mañana el Reino Unido y Europa respiraban tranquilos tras conocerse que los escoceses no se separarían de Londres. Horas después Alex Salmond, el líder independentista que ha mantenido en vilo a las capitales europeas, ha anunciado que dimitía para facilitar «un nuevo liderazgo» en las futuras negociaciones con el gobierno británico. Unos minutos antes el expresidente francés, Nicolas Sarkozy, anunciaba que volvía a la política «por su inmenso amor por Francia» y porque «merece otra oportunidad».
Los líderes europeos se han levantado hoy con la resaca del referéndum escocés que rechazó la independencia con un 55% de los votos. El presidente Barroso se ha felicitado por el resultado, porque es «bueno para una Europa unida, abierta y más fuerte». Por su parte, el presidente de la Eurocámara Martin Schulz ha asegurado esta mañana en la prensa alemana que está «aliviado» por el resultado de la consulta.
Con una diferencia de 10 puntos, la mayoría de escoceses, un 55%, ha preferido continuar con el matrimonio de más de 300 años con el Reino Unido. Por plazas destacadas, Glasgow se decanta por la opción independentista, mientras que Edimburgo por la unión. El «Sí» solo se ha impuesto en cuatro de los 32 condados electorales y con mayorías inferiores a las circunscripciones donde ha ganado el «No». Londres celebra con alivio la victoria y Salmond reconoce su derrota, felicitando a los escoceses por su masiva participación, cercana al 85%.
El Reino Unido, Europa y la comunidad internacional miran con expectación lo que ocurra hoy en Escocia, en un referendum por la independencia calificado de histórico. Gane la opción que gane otras regiones nacionalistas de Europa se verán afectadas en sus aspiraciones independentistas. Las encuestas dan unos resultados muy ajustados y en caso de que ganara el SI, la Unión Europea debería tomar una decisión que hasta ahora era tabú, la pertenencia o no a la UE del nuevo país independiente. euroXpress ha hecho un seguimiento informativo sobre las cuestiones independentistas que existen en varios países de la UE.