La siniestralidad laboral, las enfermedades profesionales, y los accidentes mortales en el trabajo siguen siendo una carga para los trabajadores europeos. 165.000 personas mueren cada año en la UE por problemas de salud y seguridad laborales. De esas personas, 5.580 pierden su vida en un accidente en el centro de trabajo.
Los accidentes laborales cuestan a cada país de la UE un 2,2 por ciento de su PIB. Sólo el Reino Unido ha cuantificado esa cifra. Las empresas y el gobierno británico gastan unos 15.000 millones de libras esterlinas cada año por no prevenir a tiempo. Con la crisis económica las empresas, principalmente las de menos de 150 trabajadores están reduciendo las partidas destinadas a Salud y Seguridad en el trabajo (SST).
La canciller alemana, Angela Merkel, dice que la estabilidad de la zona euro es innegociable. Considera que cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento es una cuestión «sine qua non» pero, a partir de ahí, todo está abierto a que la UE busque fórmulas para mantener sus finanzas en orden sin perder opciones de crecimiento.
Los jefes de Estado o de gobierno tienen previsto aprobar en el Consejo europeo de junio las líneas maestras de la futura economía comunitaria. La base sigue siendo el Pacto, aprobado hace trece años, que no ha conseguido mantener a raya las políticas económicas de los 27.