El Banco Central Europeo ha decidido mantener los tipos de interés aplicados a los créditos en el 0,05%, mantiene la compra de activos de bancos y otros pero va a esperar al próximo año para ver como funcionan estas medidas antes de plantearse otras nuevas.
Yves Mersch, miembro del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo, se ha mostrado preocupado por la lenta recuperación y el estado «crítico» de la economía de la zona del euro, ha afirmado que la compra de deuda pública por parte del BCE no es más que una posibilidad teórica, aunque si continúa así la situación tendrán que planteárselo.
La cumbre entre los jefes de Estado europeos y asiáticos, congregados en Milán ha coincidido con una semana de vaivenes en los parqués europeos. El encuentro ha servido para tratar la tan temida tercera recesión económica, el ébola que mantiene a los asistentes en alerta por la amenaza que supone la posible extensión de la epidemia y el suministro de gas ruso que gracias al encuentro, Ucrania podría haberse asegurado de cara al invierno.
La canciller alemana, Angela Merkel, continúa erre que erre con su convencimiento de que los ajustes salvarán a la Unión Europea. Ni una palabra, ni un pensamiento de duda. La austeridad y los esfuerzos para reducir los déficit públicos de la eurozona deben seguir porque la crisis aún no se ha superado y por lo tanto las causas continúan. Lo ha dicho ante el Parlamento de su país.
Francia se resiste a la austeridad. El proyecto de ley de presupuesto para 2015 que acaba de presentar retrasa en dos años la reducción del déficit público hasta la tasa prevista por la UE. Según el ministro de finanzas, Michel Sapin, la economía del país no permite marcar otro ritmo.
A la Comisión Europea no le ha gustado que el Gobierno de Mariano Rajoy no incluya en la reforma fiscal una rebaja de las cotizaciones y la subida del IVA y de los impuestos que gravan a los hidrocarburos que repetidamente le ha recomendado. Bruselas cree que con esta reforma España no va a cumplir los objetivos de reducción del déficit.
La reforma fiscal española no tiene en cuenta a Bruselas