Un estudio trimestral sobre el empleo y la situación social de la Comisión Europea, ha revelado que la recuperación económica así como la evolución del empleo sigue siendo «frágil» e «incierta». Además el desempleo sigue siendo uno de los mayores problemas en la Unión Europea, ya que ha alcanzado niveles históricamente altos, y ha subrayado el riesgo en la desigualdad de ingresos que cada vez es más alta.
Francia se resiste a la austeridad. El proyecto de ley de presupuesto para 2015 que acaba de presentar retrasa en dos años la reducción del déficit público hasta la tasa prevista por la UE. Según el ministro de finanzas, Michel Sapin, la economía del país no permite marcar otro ritmo.
«No hemos salido del riesgo de sufrir una tercera recesión» en el continente, algo que «ojalá podamos evitar», ha dicho el comisario de Competencia y vicepresidente de la Conisión Europea, Joaquín Almunia, en Madrid. En cuanto al referéndum de Cataluña, ha dicho que «no se vota cuando uno quiere».
La Secretaria de Cambio Climático y Sostenibilidad, Pilar Lucio, ha anunciado que «el PSOE está trabajando en una Proposición de Ley sobre cambio climático que presentará en el Congreso de los Diputados» y ha denunciado el «enorme desinterés y pasividad» del Gobierno que preside Mariano Rajoy en relación con este asunto. «No es posible esperar más para incorporar la realidad de los efectos de este grave problema al modelo productivo, a los hábitos de consumo y a nuestro modo de vida», dijo.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el crecimiento económico se transformó en un objetivo evidente de las políticas públicas y el PIB pasó a ser el índice más importante para medir la actividad económica. El "decrecimiento" se opone a ese dogma y abogar por un replanteamiento fundamental de los conceptos y las prácticas económicas convencionales.
Desde antes de la revolución Industrial, la economía de las regiones ya iba estrechamente ligada al número de habitantes. Las zonas con más oportunidades laborales, es decir, aquellas con más industria y un tejido empresarial más numeroso, han ido atrayendo cada vez a más personas. En este sentido las áreas de Madrid, Barcelona, Levante o el noreste de España, concentran a día de hoy tanto la mayor densidad de población como la mayor presencia de empresas tanto nacionales como internacionales y, por ende, también un mayor número de oportunidades laborales.