La Alta Representante y Vicepresidenta Federica Mogherini estuvo esta semana en Colombia, donde anunció nuevas ayudas de la UE para las regiones afectadas por el conflicto, el crecimiento ecológico y los derechos sobre la tierra, junto con una serie de medidas inmediatas de apoyo a Colombia.
Los numerosos delegados de Medio Oriente que participaron en marzo de 2015 en una reunión en Amán para preparar la Cumbre Humanitaria Mundial, que tendrá lugar este mes en Estambul, seguramente se dieron cuenta de que su región era, y todavía es, «la madre de todas las crisis humanitarias».
Nobody wishes to minimise the human tragedy which has been unfolding over the past five years in North Africa and the Middle East since the outset of what became known as the Arab Spring.
Mientras cuatro de cada cinco yemeníes necesitan ayuda humanitaria inmediata, con 1,5 millones de desplazados y más de 4.000 muertos en apenas cinco meses, un funcionario de la ONU dijo al Consejo de Seguridad que la escala de sufrimiento humano es «casi inabarcable».
La violencia instigada por Rusia ha regresado a Ucrania. El Estado Islámico sigue con sus conquistas territoriales bañadas de sangre. A medida que los conflictos y las crisis se intensifican en todo el mundo, desde África hasta Asia, cada vez está más claro que ya no existe un garante del orden -ni un derecho internacional ni tampoco un poder hegemónico global- que los países (y los potenciales constructores de estados) consideren legítimo y creíble.
El premio Nobel de la Paz está a punto de ceder ante sus críticos. Olav Njolstad, el nuevo secretario del comité que otorga la distinción, anunció que «se avecinan cambios» en el proceso de selección de los ganadores. Pero esos cambios «no serán drásticos», precisó por lo que es improbable que reflejen la reforma integral que exige The Nobel Peace Prize Watch, una organización sin fines de lucro que se opone al militarismo internacional.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) está perdiendo la batalla contra una cadena simultánea sin precedentes de crisis políticas y humanitarias en 10 de los puntos más críticos del mundo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dice que ninguno de los 193 Estados miembros, por sí solo, puede resolver estos conflictos.