Los tsunamis en Europa no son un riesgo habitual, aun así la Unesco ha organizado un simulacro de 4 terremotos marinos en las costas del continente europeo. El Atlántico y el Mediterráneo, serán las dos áreas de actuación entre el 28 y el 30 de octubre.
Para ACNUR este ha sido «sin lugar a dudas», el fin de semana «más mortal» del Mediterráneo. Según datos de la Organización Internacional de la Migración (OIM), 700 inmigrantes ilegales han perdido la vida en los últimos cinco días al hundirse dos pateras en aguas del Mediterráneo. En lo que va de año son ya más de 3.000 los sin papeles fallecidos en naufragios cuando intentaban alcanzar las costas italianas.
Crece el interés de occidente por colaborar con el pueblo kurdo. Al compromiso de Francia, Italia y Gran Bretaña de enviar armas para apoyar su lucha contra los yihadistas aprobado la semana pasada a la que se suma una macro operación de ACNUR para llevar suministros a más de medio millón de personas desplazadas en el norte de Irak. También la UE hará un nuevo envío de ayuda humanitaria.
Una jornada para rendir homenaje a las personas que día a día arriesgan sus vidas para ayudar a los demás. Cada vez es mayor la necesidad del trabajo de esas personas que de forma solidaria ofrecen ayuda y esperanza a las víctimas de los conflictos provocados por el hombre y las catástrofes naturales que se multiplican en el mundo.
«Mi hijo ha quedado ciego y ha perdido la capacidad de hablar, su papá murió y sus tres hermanos están gravemente heridos. Todavía no le hemos contado que se quedó sin su padre», relata la madre de Mohamad Badran, de 7 años. Mohamad está en el hospital para recibir tratamiento por las heridas graves que le causaron los bombardeos de Israel sobre Gaza. «La única manera que tengo de comunicarme con él es abrazándolo», añade la madre.
Parecería que no hay vencedores ni vencidos en Gaza, ahora que comienza a posarse el polvo y la pólvora tras la guerra que comenzó el 8 de julio.
Israel, a pesar de su fuerza militar de alta tecnología y los llamados «bombardeos de precisión milimétrica», no ha conseguido su objetivo final: aniquilar al movimiento armado palestino Hamás.La única carretera por la que aún se pueden introducir suministros a la zona oriental de Alepo, la mayor ciudad de Siria en poder de las fuerzas insurgentes, está sumamente dañada y expuesta al fuego enemigo. Todos los camiones que llevan trigo a las panaderías subterráneas, jabón y combustible para vehículos y generadores viajan por esta ruta. Los francotiradores concentran la atención en esta vía y otros frentes de esta ciudad de 2,1 millones de habitantes, mientras el gobierno de Bashar al Assad reduce el resto de la urbe a escombros con sus constantes bombas de barril.