Este año, los países ricos donarán 140 millones de dólares menos al Fondo de Población de las Naciones Unidas, una organización clave para la salud materna y la promoción de los derechos reproductivos de millones de mujeres en todo el mundo.
Hay un amplio consenso en que la Agenda de Acción de Addis Abeba significó una gran decepción para las naciones en desarrollo, así como para otros actores que esperaban contar con los medios necesarios para implementar las iniciativas de desarrollo nacionales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Nuestro compromiso a favor del acceso y el control de los recursos naturales, en Greenpeace y en el Oakland Institute, hace que nos acusen constantemente de operar en contra del desarrollo, o que nos tachen de ser «organizaciones del Primer Mundo que se ocupan más de los árboles que de los seres humanos», pese a que trabajamos con comunidades en todo el mundo, desde China a Camerún o la República Checa.
Son ya 30 los años que la Fundación Codespa lleva trabajando para buscar las iniciativas empresariales que permitan luchar contra la pobreza en los países y las comunidades más desfavorecidas. Un año más ha querido premiar los proyectos más solidarios, reconociendo, la labor de la Fundación Telefónica, SEUR, Banesco, Change for Women o del periodista Francisco Carrión.
Ni España ni el conjunto de la Unión Europea aprueban en cooperación al desarrollo, según la red de ONGDs europeas Concord. En 2013, la Ayuda Oficial al Desarrollo total de la UE se quedó en un 0,43% de la Renta Nacional Bruta; muy lejos del compromiso del 0,7%. Harían falta 41.000 millones de euros más para alcanzar la cifra comprometida. Sólo cuatro países europeos llegan o superan al 0,7%: Dinamarca (0,80), Gran Bretaña (0,72), Luxemburgo (1) y Suecia (0,90).