Hace 20 años Europa contemplaba, avergonzada, horrores que creía que no tendría que volver a verr después de la II Guerra Mundial. Musulmanes, católicos, ortodoxos, bosnios, croatas y serbios se mataban entre sí. Veinte años después del inicio del conflicto sus niños estudian en la escuela versiones diferentes de una guerra que los marcó para siempre. Sarajevo se convirtió en la capital mártir de un conflicto que nadie supo evitar.