Alemania, Reino Unido, Turquía y Malasia han paralizado las operaciones con los aviones de transporte militar Airbus A400M, similares al que se estrelló este sábado en Sevilla en un vuelo de pruebas en el que perecieron cuatro de las seis personas que iban a bordo, las otras dos personas continúan muy graves.

Gustavo Virués, José Antonio Martínez y Juan Bolívar llevaban casi un año preparando su expedición a Marruecos. Eran apasionados de la montaña, pero esta vez algo no salió como esperaban y terminaron en el fondo de un barranco. Sus compañeros de expedición denuncian la falta de coordinación de las autoridades marroquíes que han tardado casi una semana en completar el rescate. Para Gustavo Virués y José Antonio Martínez la ayuda llegó demasiado tarde.

En 2013 consiguió su sueño: vivir del que era su mayor hobby; ser piloto. Por eso nadie se explica qué pudo pasar por la cabeza de Andreas Günter Lubitz, 27 años, para estrellar el A320 contra los Alpes franceses, llevándose por delante su vida y la de las otras 149 personas que viajaban en el avión. La policía busca ahora indicios que permitan determinar qué pasó por su cabeza en los últimos minutos del vuelo.

Françoise Holland, Angela Merkel y Mariano Rajoy comparecían a media tarde de luto y con rostro serio. «Estamos unidos por el mismo dolor», aseguraba la Canciller alemana tras conocer junto a sus homólogos español y francés cómo avanzan las labores de rescate. Con una de las cajas negras recuperadas, los esfuerzos se centran ahora en descubrir qué ocurrió en la cabina del avión de Germanwings minutos antes del impacto.

Un avión de la compañía alemana Germanwings que realizaba el trayecto entre Barcelona y Dusseldorf se ha estrellado este martes en los Alpes franceses, A bordo del avión viajaban 142 pasajeros más dos bebés y seis miembros de la tripulación. El lugar del suceso es de difícil acceso. El presidente francés, François Hollande ha dicho que es probable que no haya supervivientes. Todavía no se conocen las identidades de las víctimas.

Esther Herrera / Bruselas

El 3 de julio de 2006 Valencia sufrió el mayor accidente en transporte público de su historia: 43 personas fallecidas y 47 heridas fue el balance de la catástrofe en el metro de la capital. Según ha denunciado la portavoz de la Asociación de Víctimas, Beatriz Garrote, acude a la Eurocámara para que se averigüe «quiénes son los responsables» y que se analice si «se incumplió la legislación en materia de seguridad».