«Hemos verificado que ETA ha sellado y puesto fuera de uso operativo una cantidad determinada de armas, munición y explosivos», ha dicho en Bilbao, Ram Manikkaligam, presidente de la Comisión Internacional de verificación del alto el fuego.
Para la comisión de verificación es el comienzo de «la puesta fuera de uso operativo de todas las armas, munición y explosivos de ETA», según ha dicho Manikkaligam que ha precisado que en abril de 2013 la banda solicitó de manera confidencial a la CIV que incluyera en su mandato la verificación de un proceso unilateral de sellado e inutilización de su arsenal.
El listado de las armas que han puesto fuera de uso tiene tres páginas en las que figura un fusil, un rifle, dos revólveres, 300 balas, dos granadas, unos 16 kilos de sustancias para fabricar explosivos y 190 metros de cordón detonante y cinco temporizadores.
Para el lehendakari, Iñigo Urkullu, «es un pequeño paso, no suficiente, pero que cubre una primera y necesaria etapa para el desarme completo».
Mientras que el ministro de Interior, Jorge Fernández Día ha dicho que «Para adquirir sus armas ETA no necesitó de verificadores. Si de verdad quiere desprenderse de unas armas, con la Guardia Civil y la Policía nos basta». Aunque ha reconocido que «todo lo que sea avanzar en el camino de la desaparición de ETA es positivo y todo lo que sea entregar las armas es positivo».
Poco después de la comparecencia de los miembros del CIV, las páginas web del diario vasco Gara y la televisión británica BBC han divulgado un vídeo en el que se podía ver a dos encapuchados mostrando una serie de armas a dos personas de la comisión de verificación.