Sus lágrimas representan las de millones de personas en todo mundo que contemplan en directo una de las últimas barbaries que azota el planeta. Y sobre todo, las de aquellos que han perdido un familiar en la franja de Gaza. En pleno directo de la cadena Al Yazira, el portavoz de la Agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA) Chris Gunnes, no podía evitar romper a llorar mientras condenaba la matanza que está sufriendo esta región de Oriente Próximo. Y en especial, cuando le tocó hablar de las víctimas más indefensas del conflicto, los niños.
Esta es solo unas de las tantas reacciones que ha suscitado este enfrentamiento cuyo número de víctimas no para de crecer día a día. Desde que se iniciaran los bombardeos israelíes contra la franja el pasado 8 de julio ya son 1.300 los palestinos muertos y 7.200 los heridos, en una estrecha porción de tierra de apenas 360 kilómetros cuadrados que es un auténtico callejón sin salida para sus habitantes. Escuelas, hospitales, edificios... haya o no haya bajo ellos túneles de Hamás, cualquier metro cuadrado de la franja merece ser bombardeado según Israel. Y todo, sin respetar tampoco las treguas ni las innumerables condenas que llegan desde todos los rincones del planeta.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha dicho este jueves que no aceptará un alto el fuego que frene su acción de destrucción de los túneles que utiliza Hamas para entrar en Israel. «Estamos determinados a completar esta misión, con o sin alto el fuego», ha dicho. El ejercito israelí, que calcula que esa letal tarea le llevará todavía unos días, ha convocado a 16.000 reservistas más.
Estados Unidos continúa enviando armas a Israel. El contraalmirante estadounidense Joh Kirby, mediante un comunicado, asegura que «el Departamento de Defensa de los EEUU recibió una carta el 20 de julio pidiendo una venta normal de munición al extranjero. Dicha petición fue tramitada por los canales normales y aceptada el 23 de julio». El comprador, no ha sido otro que las Fuerzas de Defensas de Israel.
La venta de munición está establecida para casos de emergencia en el llamado Inventario de Reservas de Munición de Guerra de Israel, por un valor de más de mil millones de dólares, algo que permite a los israelíes disponer de munición de manera urgente. Entre este nuevo armamento se encuentra munición para lanzagranadas y piezas de mortero de 120 milímetros, las mismas que provocaron esta semana la muerte de hasta 19 personas en el ataque a una escuela de Naciones Unidas en la que se refugiaban miles de personas. El delegado de la ONU en Gaza ha dicho que habían enviado las coordenadas de la escuela al ejército de Israel hasta 17 veces. Otras 17 personas han muerto en el ataque a un mercado lleno de personas que aprovechaban una tregua, que no fue tal, para comprar alimentos.
La Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, ha «condenado» el bombardeo de la escuela de la Agencia de Apoyo a los Refugiados palestinos de la ONU (UNWRA) y el mercado de Shujayeh y ha reclamado una investigación inmediata de estos incidentes.
«Es inaceptable que civiles inocentes desplazados, que estaban buscando refugio en zonas designadas por la ONU después de que el Ejército israelí pidiera que evacuarán sus hogares, hayan muerto», ha manifestado Ashton en un comunicado, en el que reclama la investigación «con efecto inmediato» de estos incidentes.
La jefa de la diplomacia europea ha manifestado «profunda preocupación por la situación humanitaria catastrófica en Gaza» y ha vuelvo a pedir a «todas las partes» que permitan el acceso seguro, pleno e inmediato para la distribución de ayuda urgente.