«A simple vista pueden parecer unos ángeles en una nube», ha asegurado L'Amo, durante la presentación de la obra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La compró por 25.000 pesetas hace 25 años y aunque nada más verla supo que los colores le recordaban al pintor ampurdanés, «muchos me decían que era imposible que fuera de él, ya que estaba fechado en el 96», varios años después de su muerte. Sin embargo, sus investigaciones han revelado que el cuadro esconde mucho más. «Se trata del nacimiento intrauterino de Salvador Dalí a partir de un huevo, su transmutación química en el divino Dalí, y el asesinato y ascensión angélica de su hermano», asegura.
La pintura al óleo está dividida en una zona terrenal y otra celestial en las que se aplica la proporción áurea. En ella cada ángel adquiere un significado: uno encarna a su hermano, otro interpreta el papel de Orfeo, otros anuncian con trompetas el acontecimiento... De hecho, según L'Amo, la fecha, que Dalí dice dedicar a su «querido profesor en el día de su nacimiento», en realidad esconde «la fecha de su nacimiento intrauterino». El artista mallorquín llega a esta conclusión utilizando la numerología, y asegura que aplicando lo que ha bautizado como «código Dalí», ha conseguido reinterpretar casi un centenar de sus obras, como La Batalla de Tetuán, Las Meninas, La Estación de Perpiñán o los Relojes Blandos.
L'Amo ve en la obra importantes influencias de El Greco, Watteau o Rafael, tres de los maestros de Dalí. Para Nicolás Descharnes, hijo del biógrafo del pintor y experto en su obra, también se trata de un cuadro «histórico». Considera que sirve para explicar otras muchas de sus obras y también para dar sentido a la dualidad del artista que en múltiples declaraciones a lo largo de su vida habló de «Dalí y de Divino Dalí». «Sorprende con una reflexión detenida, inspirada por los grandes maestros», explica. Para Descharnes, la pintura puede considerarse la primera obra surrealista del artista con la que asegura, Dalí consiguió «liberarse de las angustias», para transformarlas en energía creativa.
Investigación pictórica y grafológica
Las investigaciones de Carmen Sandalinas, encargada de su restauración entre 1989 y 1990, también han confirmado que el cuadro surgió del pincel de Dalí. «La fotografía infrarroja ha permitido mejorar la visualización de los trazos negros y constatar la utilización de este recurso técnico, empleado también en otras obras del artista». Sandalinas fecha el cuadro en 1921, cuando Dalí tenía 17 años. «No pudo pintarse antes por el tipo de pigmentos», asegura.
La grafía, o más concretamente las faltas de ortografía también han sido determinantes a la hora de afirmar que el cuadro es obra del artista ampurdanés. Para José Provenzal, experto en grafología, no hay duda de que «hay una identificación directa de la mano del artista». La luminiscencia ha permitido comprobar que en la palabra «benvolgut» que aparece en la dedicatoria, el autor confundió la «b» y la «v», y que posteriormente corrigió el error con tinta negra. «Se trata del error ortográfico más común de Dalí», asegura.
Para L'Amo, se trata de un cuadro «histórico», porque es la «única» pintura en la que Dalí representó su nacimiento uterino, «un tema que le obsesionó toda su vida». «Dalí debe estar riéndose en su tumba, porque ha conseguido engañarnos a todos», bromea L'Amo en referencia a la confusión sembrada con la fecha que aparece junto a la firma. La fundación Dalí, que cuenta con todos los resultados de la investigación, todavía no se ha pronunciado al respecto.