El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) ha anulado la «doctrina Parot», y exige la puesta en libertad de la etarra Inés del Río Prada, que deberá ser indemnizada con 30.000 euros. El fallo, con 15 votos a favor y 2 en contra- es definitivo y no puede ser recurrido.
El presidente del Tribunal, el luxemburgués Dean Spielmann, ha dado lectura este lunes a la sentencia firme por la que se dictamina que el gobierno español ha violado dos artículos el 7 que establece que «no hay pena sin ley» y el 5.1 sobre «el derecho a la libertad y la seguridad» del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
La sala obliga a España a indemnizar a Inés del Río con 30.000 euros por daños morales en un plazo de tres meses y a pagar 1.500 euros en concepto de costas judiciales.
Inés del Río formó parte a mediados de los años 80 del llamado 'comando Madrid' que dirigía José Ignacio de Juana Chaos. Fue juzgada y condenada a 3.828 años de cárcel de los que 2.232 correspondían al atentado con coche bomba contra un autobús en el que viajaban guardias civiles en julio de 1986 en Madrid.
Tras obtener diferentes beneficios penitenciarios debió ser excarcelada en julio de 2008, pero se le aplicó la 'doctrina Parot' según la cual debería permanecer en la cárcel hasta 2017. En 2012 apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
La 'doctrina Parot' está basada en un dictamen del Tribunal Supremo español de febrero de 2006 por el que un condenado comienza por cumplir la pena más alta que se le haya impuesto y los beneficios penitenciarios que vaya alcanzado se irán aplicando a cada una de ellas por separado, y no al máximo legal de 30 años de permanencia en prisión. Al ir cumpliendo una pena tras otra se alarga la estancia en la cárcel hasta el máximo legal de 30 años.
El Gobierno español alega que el rechazo de la 'doctrina Parot' podría poner en libertad a decenas de presos encarcelados unos por terrorismo y otros por delitos violentos. El fallo de la Gran Sala del TEDH es inapelable.
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha asegurado en su cuenta de Twitter que «siente daño, dolor, sufrimiento, miedo y vergüenza». Alrededor de medio millar de personas, que se encontraban concentradas frente a la Subdelegación del Gobierno en Bilbao, han recibido entre aplausos la decisión de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.