El sector europeo de las telecomunicaciones logró en 2009, en plena crisis financiera, un crecimiento del 0%. Lo que no es poco, teniendo en cuenta que la economía de la UE descendió un 4,2%. El informe anual de la Comisión Europea avisa de que la mayoría de los mercados de los Estados miembros han incrementado su competitividad, pero siguen siendo nacionales en sus dimensiones. Denuncia como incoherente la aplicación de las normas de la UE lo que produce una fragmentación en los mercados de las telecomunicaciones a lo largo de las fronteras nacionales e impide a las empresas tener acceso a un auténtico mercado único.
La diferencia de precios entre Estados, tanto a nivel mayorista como minorista, es importante. Por ejemplo en Letonia hablar por el móvil cuesta 4 céntimos de euro por minuto frente a los 24 de Malta o los 17 de España. Además de Malta, sólo Luxemburgo, Países Bajos y Bélgica están por delante de España en el precio mínimo de llamada a móvil.
El documento compara los avances que se han hecho en cada Estado miembro y reconoce los de España, en donde la penetración de la banda ancha fija aumentó hasta un 21% en enero de 2010. El servicio de banda ancha para móviles también aumentó creciendo un 3,8% en las mismas fechas.
También recoge la «preocupación» de los operadores españoles por la «excesiva carga fiscal» que soportan agravada por la tasa para financiar la Radiotelevisión pública. El informe recuerda que Bruselas ha abierto un expediente a España para estudiar si esa tasa es compatible con las normas comunitarias.
En general la media de adhesión a la banda ancha en la UE fue de 24,8% en enero de 2010, más de 123 millones de líneas. En cabeza están Dinamarca y países Bajos con el 40% de la población.
La Agenda Digital prevé medidas para que en 2013 todos los europeos tengan acceso a la banda ancha de internet.
También se ha avanzado en el cambio de operador manteniendo el mismo número de teléfono, los móviles necesitaron 4 días y los fijos entre 7 y 8. Todavía falta para llegar a la meta de un sólo día que fijan las normas de las telecomunicaciones de la UE.