Tsipras ha cumplido su palabra, no ha pedido dinero a Rusia como aseguró a la UE, pero ha dejado bien claro que gestiona la política exterior de su país como cree conveniente. «Grecia es un país soberano y tiene el derecho irrenunciable de instrumentar una política exterior multilateral y de desempeñar un papel geopolítico como país balcánico, mediterráneo y europeo y de la región del Mar Negro», dijo en la rueda de prensa conjunta.
Por su parte el presidente ruso, Vladimir Putin, explicó que habían hablado «de posibles inversiones y de diferentes proyectos en materia de infraestructura, energía, transporte y otros campos, pero no hubo ninguna solicitud específica de cooperación financiera».
En las declaraciones Putin utilizó el término 'cooperación financiera', que deja claro que cualquier crédito deberá estar ligado a un proyecto concreto que 'genere ingresos para Atenas'.
Se habló de proyectos y de proyectos importantes a largo plazo aunque complicados de realizar. El más importante el gasoducto que Rusia quiere construir con Turquía, Turk Stream, que pasaría por Grecia en su trazado hacia Italia, Balcanes y Europa central y que precisaría de la participación de la UE.
Sustituiría al gasoducto South Stream que la Unión Europea paralizó hace unos meses alegando que incumplía las normas europeas de competencia. El Turk Stream, aunque a Tsipras no le gusta este nombre, tendría una capacidad anual de 63.000 millones de metros cúbicos .
La víspera de la llegada de Tsipras a Moscú los ministros de Exteriores de Hungría, Grecia, Macedonia y Serbia se reunieron en Budapest y firmaron una declaración de intenciones sobre el proyecto gasístico.
Por otra parte, funcionarios griegos y rusos están discutiendo este jueves, sobre un paquete de propuestas que ha elaborado el ministerio de Economía ruso para aliviar las restricciones, sobre productos de alimentación, que están afectando a Grecia.
Grecia acude a los mercados de capital
Este miércoles Atenas ha recaudado 1.138 millones de euros en una subasta de bonos del Tesoro a seis meses. Hoy jueves, el Gobierno griego debe pagar 450 millones de euros al FMI y otros 1.000 millones de euros con vencimientos de bonos a corto plazo el 15 de este mes.
El domingo el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, dijo en el FMI que cumplirían con sus compromisos financieros y que también tienen dinero para pagar los salarios y la seguridad social la próxima semana.